El levantamiento tuvo lugar después que los líderes del Partido Republicano pasaran por alto un llamado a una votación total por planilla sobre las reglas de la convención.
Un grupo de delegados opuestos a Donald Trump se rebelaron el lunes por la tarde intentando someter a votación las reglas de la Convención Nacional Republicana, causando caos temporal, pero fracasaron en el intento.
El levantamiento tuvo lugar después que los líderes del Partido Republicano pasaran por alto un llamado a una votación estado por estado sobre las reglas de la convención.
Los delegados anti-Trump comenzaron una rechifla para protestar por la decisión y cantaron pidiendo "¡Llamen a voto!" y "¡Punto de orden!"
Críticos de Trump había presentado firmas de nueve estados (se necesitaban siete) pidiendo la votación estado por estado, pero tres estados retiraron el apoyo, frustrándose el llamado al voto, y finalmente las reglas fueron adoptadas en una votación a viva voz.
La medida amenazó con interrumpir la convención y promover una plataforma para los delegados anti-Trump que pretendía avergonzar al multimillonario cuando está a punto de convertirse en el nominado.
El voto estado por estado hubiera significado rehacer la agenda de la Convención al menos en su primera noche.
No obstante el fracaso, la protesta muestra que persiste la tendencia anti-Trump en el Partido Republicano.
El delegado alterno de California, Guillermo Moreno, pro-Trump, dijo a la Voz de América que las protestas que se llevan a cabo en Cleveland es una muestra de lo que representa Estados Unidos. Agegó que siempre y cuando las protestas no sean violentas son parte de lo que es el país.
Con respecto al seleccionado por Trump para vicepresidente — el gobernador de Indiana, Mike Pence— Moreno dijo que el multimillonario empresario lo escogió para balancear la fórmula presidencial.
Moreno defendió la posición antiinmigrantes de Trump diciendo que “los republicanos quieren a los latinos y a toda la gente en EE.UU. y especialmente si quieres tabajar duro”.