“Pocos pensaban cuando Dayron Robles dedicó su medalla de oro olímpica en Pekín 2008 al comandante Fidel Castro que el cubano acabaría cinco años después defenestrado del equipo nacional, afincado en el exclusivo Mónaco y pensando en nacionalizarse francés”, destaca un comentario de la agencia alemana DPA que publica el diario español El Mundo.
Sin embargo, a su juicio la historia del ex plusmarquista mundial en los 110 metros vallas no es muy diferente de la de muchos cubanos que en "busca de otros horizontes" decidieron desligarse de la “estricta disciplina del deporte cubano, apegado al amateurismo que propugna el régimen socialista”.
La nota pone de relieve que Robles, con solo aún 26 años, fichó por un club de Mónaco y, bajo licencia francesa, volvió a competir en junio pasado en Turín, en Italia, en compañía de su entrenador de siempre, el también cubano Santiago Antúnez, considerado un técnico de prestigio internacional.
Sin embargo, esa decisión del atleta no gustó nada a la Federación Cubana de Atletismo—subraya— “que decidió sancionarlo y prohibirle participar en competiciones internacionales como los Mundiales que se están disputando en Moscú”.
Un portavoz de la Federación Francesa de Atletismo (FFA, Adrián Verdugo, admitió a la DPA que "ha habido acercamientos" con el campeón olímpico para su posible nacionalización como ciudadano de ese país, lo que le permitiría regresar a las pistas y rehacer su brillante carrera atlética.
Según el comentario, “la decisión de cambiar de bandera debería tomarse rápidamente si Robles quiere tener alguna posibilidad de participar en los Juegos de Río 2016, ya que según las regulaciones de la IAAF, un atleta que obtenga una nueva nacionalidad debe esperar tres años antes de competir por su país de acogida, a no ser que haya un acuerdo entre federaciones”.
Pero las intenciones de Cuba, señala, no son las de “colaborar”, y cita recientes declaraciones del presidente de la Federación Cubana de Atletismo, Alberto Juantorena, quien reprochó a Robles que quiera competir como atleta de otro país y dijo que el vallista se hizo “campeón olímpico” gracias al gobierno cubano.
Luego recuerda que el campeón llegó a tener el récord mundial con una marca de 12,87 segundos, “pero sus dos últimos grandes campeonatos se saldaron con decepción: descalificación en el Mundial de Daegu 2011 tras ganar la carrera y abandono por lesión en los Juegos de Londres 2012. Ahora busca una nueva vida lejos de Cuba”.
Sin embargo, a su juicio la historia del ex plusmarquista mundial en los 110 metros vallas no es muy diferente de la de muchos cubanos que en "busca de otros horizontes" decidieron desligarse de la “estricta disciplina del deporte cubano, apegado al amateurismo que propugna el régimen socialista”.
La nota pone de relieve que Robles, con solo aún 26 años, fichó por un club de Mónaco y, bajo licencia francesa, volvió a competir en junio pasado en Turín, en Italia, en compañía de su entrenador de siempre, el también cubano Santiago Antúnez, considerado un técnico de prestigio internacional.
Sin embargo, esa decisión del atleta no gustó nada a la Federación Cubana de Atletismo—subraya— “que decidió sancionarlo y prohibirle participar en competiciones internacionales como los Mundiales que se están disputando en Moscú”.
Un portavoz de la Federación Francesa de Atletismo (FFA, Adrián Verdugo, admitió a la DPA que "ha habido acercamientos" con el campeón olímpico para su posible nacionalización como ciudadano de ese país, lo que le permitiría regresar a las pistas y rehacer su brillante carrera atlética.
Según el comentario, “la decisión de cambiar de bandera debería tomarse rápidamente si Robles quiere tener alguna posibilidad de participar en los Juegos de Río 2016, ya que según las regulaciones de la IAAF, un atleta que obtenga una nueva nacionalidad debe esperar tres años antes de competir por su país de acogida, a no ser que haya un acuerdo entre federaciones”.
Pero las intenciones de Cuba, señala, no son las de “colaborar”, y cita recientes declaraciones del presidente de la Federación Cubana de Atletismo, Alberto Juantorena, quien reprochó a Robles que quiera competir como atleta de otro país y dijo que el vallista se hizo “campeón olímpico” gracias al gobierno cubano.
Luego recuerda que el campeón llegó a tener el récord mundial con una marca de 12,87 segundos, “pero sus dos últimos grandes campeonatos se saldaron con decepción: descalificación en el Mundial de Daegu 2011 tras ganar la carrera y abandono por lesión en los Juegos de Londres 2012. Ahora busca una nueva vida lejos de Cuba”.