El papa Francisco comenzó este jueves su reflexión en las vísperas, en la Catedral de San Patricio en New York, expresando "su solidaridad y cercanía ante la tragedia ocurrida este jueves en La Meca.
"Mis sentimientos para mis hermanos islámicos, por celebrarse hoy el Día del Sacrificio, hubiera querido que mi saludo fuera más caluroso. En este momento de oración me uno y nos unimos en la plegaria a Dios nuestro Padre Todopoderoso y Misericordioso", dijo el Papa.
En el rito litúrgico de las vísperas, u oraciones del atardecer, se rezan tres salmos y un pasaje de las escrituras, que el Papa compartió con sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos de la Arquidiócesis de New York y con autoridades locales invitadas a la ceremonia.
En su mensaje leído en español, Francisco llamó a los consagrados a "vivir nuestra vocación con alegría" y recordó el sacrificio de todos los sacerdotes, religiosas y laicos americanos que han contribuido a la construcción de la Catedral de San Patricio, símbolo de la Iglesia en Estados Unidos.
"Sé que ustedes han sufrido mucho a causa de la vergüenza provocada por tantos hermanos que han herido y escandalizado a sus hijos más indefensos", señaló al referirse a los abusos cometidos contra menores por sacerdotes y religiosos. "Ustedes vienen de la gran tribulación. Los acompaño en este momento de dolor y dificultad", subrayó.
Tras referirse a la "gratitud y laboriosidad" como los dos pilares de la vida espiritual que deseaba compartir esta tarde con sacerdotes y religiosos, el Papa expresó "de manera especial" su sentimiento de "admiración y gratitud a las religiosas de los Estados Unidos".
"¿Qué sería de la Iglesia sin ustedes, mujeres fuertes, luchadoras que las pone en la primera línea del anuncio el Evangelio? Un gracias muy grande... y decirles también que las quiero mucho", subrayó Francisco, arrancando prolongados aplausos de todos los presentes.