La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC por sus siglas en inglés) rechazó las críticas del gobierno cubano a la decisión de la Administración Trump de crear un grupo de trabajo (Task Force) para mejorar el acceso a Internet y promover un flujo de información libre y no regulado en la isla.
A través de su embajada en Washington el régimen comunista de Cuba entregó al Departamento de Estado una nota de protesta.
La Fundación manifestó en un comunicado que apoya plenamente la decisión de Washington ya que sus metas coinciden con las de un programa que conduce la entidad desde hace más de diez años llamado “Conecta Cuba”.
“Lo que tiene colectivamente histéricos a los que hoy detentan el poder real en Cuba es que Internet les dará acceso a los cubanos a otra manera de vivir y prosperar de forma autónoma. Si algo facilita el empoderamiento ciudadano en el siglo XXI es la capacidad de acceder a Internet”, agrega la declaración, que es apoyada por un video titulado: “Por qué internet puede cambiar la vida de los cubanos”.
A continuación, el texto completo:
FUNDACIÓN PARA LOS DERECHOS HUMANOS EN CUBA
COMUNICADO DE PRENSA
¡CONECTA CUBA!
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba tiene desde hace más de diez años un programa llamado “Conecta Cuba” cuyas metas coinciden con la decisión de la actual Administración de Estados Unidos –que apoya plenamente– de crear un grupo de trabajo (Task Force) sobre este tema.
Lo que tiene colectivamente histéricos a los que hoy detentan el poder real en Cuba es que Internet les dará acceso a los cubanos a otra manera de vivir y prosperar de forma autónoma. Si algo facilita el empoderamiento ciudadano en el siglo XXI es la capacidad de acceder a Internet.
Sin tener para ello que emigrar, Internet les permitirá a los cubanos ser contratados y pagados de manera directa por empresas extranjeras, trabajando desde sus casas. Podrán estudiar cursos gratuitos de múltiples profesiones preparados por algunas de las mejores universidades del planeta. Les resultará factible restablecer relaciones con sus familiares y amigos emigrados e iniciar muchas otras con personas e instituciones extranjeras que les ofrecerán nuevas oportunidades para su desarrollo personal.
Podrán, en síntesis, rescatar su derecho a soñar y a vivir su propio proyecto de vida sin que dependa de la “bondad” del estado cubano. Y de paso se van a enterar de que en muchos países democráticos –desarrollados o no– la pérdida de las libertades personales no es el precio inevitable a pagar por servicios de salud y educación gratuitos y de mayor calidad que los actuales en la isla.
Internet es la civilización que remplaza a la sociedad industrial. Sin su incorporación masiva a la vida cotidiana de los ciudadanos se condena a la nación cubana a una espiral de empobrecimiento. Las generaciones futuras vivirán peor que las presentes, como ya ocurre actualmente.
El uso estatal de Internet para su ciberguerra de asesinatos de reputación de activistas democráticos es un crimen contra individuos y grupos ciudadanos. Negar el pleno acceso a Internet es un crimen contra la nación. Quizás el peor de todos los cometidos por el totalitarismo cubano.
Conectar Cuba a Internet no se limita a restaurar el derecho político y civil de acceder a información y/o comunicarla. Internet es hoy una herramienta indispensable para el ejercicio de los derechos sociales y económicos, así como del derecho al desarrollo. Ha llegado la hora de liberar a los cubanos del bloqueo del régimen a esta tecnología.
FUNDACIÓN PARA LOS DERECHOS HUMANOS EN CUBA