Las autoridades de cubanas afilan las estructuras de control de las agencias policiales para enfrentar el boom del turismo internacional. Uno de los indicadores es el inicio, este mes, de un nuevo método de la Dirección de Identificación Inmigración y Extranjería (DIIE) para que los cuentapropistas arrendatarios de extranjeros identifiquen a sus huéspedes.
El procedimiento se realiza mediante una línea telefónica habilitada por la DIIE con el número 18808, disponible las 24 horas los siete días de la semana para el registro de los extranjeros que se hospeden en casas particulares.
Durante la llamada, el arrendatario se identifica con el número de usuario y la clave asignada, antes de informar el número de pasaporte del extranjero.
Luego de una búsqueda en la base de datos de la DIIE que puede durar hasta un minuto, el oficial de emigración responde con el nombre del extranjero para cotejar la información del pasaporte y ofrece un número de registro que deberá conservar el cuentapropista.
El nuevo método de control sustituye el formulario impreso que debían entregar los arrendatarios en la oficina de emigración de su municipio. La información contenía los datos personales del turista y sus acompañantes, así como la cantidad de días reservados en la casa de renta.
CubaNet indagó en las oficinas del DIIE sobre la actualización de estos controles.
Una funcionaria de emigración que reclamó anonimato por cuestiones de seguridad personal, explicó que "tienen como base conocer dónde se encuentra el turista extranjero por si hay que evacuarlo ante desastres naturales o brotes epidémicos".
Añadió que la agencia creó una lista de 19 "ciudadanías de riesgo" que los arrendatarios deberán informar a los teléfonos habituales de la DIIE, en el caso de tenerlos como huéspedes.
En el listado se incluye a Estados Unidos de América en primer lugar, incluyendo los cubanoamericanos, así como Puerto Rico.
Continúa el listado de riesgo con Brasil, China, ciudadanos judíos, Irak, Irán, Israel, Siria, República Checa, México, Polonia, Colombia, El Salvador, Nepal, Pakistán, Sri Lanka, Etiopía, Kenia y el resto de los países árabes.
Otro oficial de la misma agencia (a quien llamaremos Arturo para proteger su identidad), aseguró que la DIIE pretende prepararse para una oleada turística sin precedentes.
El funcionario reveló que en los meses de temporada alta de turismo extranjero –de noviembre a abril– el país recibió más de 200.000 turistas extranjeros mensuales. Advirtió que los sistemas de la DIIE se agilizan para una entrada mensual a la isla de más de 600.000 visitantes, y en La Habana más de 300.000, según los pronósticos de la agencia.
Manifestó la fuente oficial que desde enero hasta el mes de octubre, la DIIE registró un total de 2.923.870 entradas de turistas, cantidad que esperan se duplique en el 2016.
La amenaza del sector privado
Datos obtenidos de los registros oficiales refieren que Cuba cuenta con una capacidad de alojamiento en el sector estatal de 62.000 habitaciones, con la esperanza de alcanzar 85.000 en el 2020.
Las inscripciones consultadas en la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) registran un total de 14.000 habitaciones en el sector privado.
Para un país con capacidad de alojamiento hotelera estatal limitada, el incremento del mercado turístico se inclinará hacia el sector privado de renta de habitaciones. Los especialistas auguran que esta tendencia amenaza con ser preferente para el llamado turismo de ciudad.
Esto presupone para las autoridades de la isla la pérdida del control del movimiento de los visitantes extranjeros, establecido en los hoteles donde las agencias policiales controlan la administración.
Arturo advirtió que estas agencias no están preparadas para una explosión turística inclinada hacia el sector privado.
"No tenemos condiciones para observar y controlar la avalancha turística. El tráfico de drogas, la prostitución y compra enta de patrimonio, tabacos, alcohol, todo eso se puede escapar de las manos", dijo.
La vigilancia que amenaza con esfumarse comienza a advertirse en los anuncios de varios portales especializados en alquileres particulares.
Después del deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, los sitios internacionales llamaron la atención sobre el rápido ascenso de turistas interesados en hospedarse en casas particulares.
Señalaron que después de incluir a Cuba en sus portales, recibieron miles de anuncios de ofertas provenientes de la red de casas de alquileres de la isla.
"Nos preguntan lo que quieran sobre ellos"
Una arrendataria de Centro Habana que se identificó con el nombre de María Julia explicó a Cubanet las exigencias de las autoridades sobre el control de los huéspedes extranjeros:
"Nos dicen que informemos sobre sus relaciones. Se sienten con el derecho de preguntarnos lo que quieran sobre ellos, a dónde se marcharon, por qué vinieron. Ese no es mi problema, sobre todo porque atenta contra mi negocio. Eso de estar llamando a un puesto de mando cuando viene el Papa o hay algo en el país, es para la policía. Imagínate que si llega un turista el primero de mayo no lo puedo hospedar, tengo que esperar al otro día".
Aunque los cuentapropistas pueden sufrir elevadas multas o la suspensión de la licencia de arrendamiento, quienes ejercen esta modalidad de renta se alejan de la política de vigilancia establecida en los hoteles estatales.
Inclusive Carnival, la mayor empresa de cruceros del mundo, espera la aprobación del Gobierno cubano para viajar a la isla en mayo de 2016. Pero subir hasta la cresta de la oleada turística implica el riesgo de perder el control de la vigilancia, la principal manía del Gobierno.
[Publicado originalmente en Cubanet el 10/11/2015].