La Embajada de Estados Unidos en La Habana, el Departamento de Estado y la administración de Barack Obama, con toda intención, han trazado una estrategia para impedir que periodistas independientes cubanos puedan darle cobertura a la visita de John Kerry y la reapertura oficial de la sede diplomática, el viernes 14 de agosto.
A cuatro días del histórico evento, ningún periodista libre, disidente o activista de derechos humanos, ha recibido invitación para participar en la celebración y la conferencia de prensa de Kerry.
Desde el 22 de julio he llamado una docena de veces a la agregada de Prensa y Cultura de Estados Unidos en La Habana, para solicitar una credencial que me permita cubrir el evento para Diario las Américas, El Periódico de Catalunya y Webstringers LCC, una empresa de medios de comunicación radicada en Washington, y no he sido atendido por ningún funcionario.
Según una fuente diplomática, después del 20 de julio cambió el mecanismo para obtener una credencial a eventos o conferencias de prensa de políticos, empresarios u organizaciones estadounidenses que visiten la Isla.
Antes de esa fecha, cuando Lynn W. Roche estaba al frente de la Sección de Prensa y Cultura, se obtenían las credenciales en tiempo récord. Pude cubrir la visita de Roberta Jacobson, congresistas, senadores, empresarios y funcionarios del Departamento de Estado, entre otros.
Ahora, según esta fuente, la acreditación se debe obtener en el Centro Internacional de Prensa, perteneciente al Ministerio de Relaciones Exteriores, ubicado en 23 y O, en el Vedado habanero. Una estrategia bastante burda para deshacerse de los periodistas independientes.
Lo peor no es el ninguneo o la indiferencia. El gobierno de Estados Unidos tiene el soberano derecho de invitar a los eventos que realiza a las personas que estime conveniente.
Pero por respeto, al menos deben tener la deferencia de hablar cara a cara con los periodistas libres e informarles sobre la nueva política. No andarse por las ramas.
El gobierno de Estados Unidos, que tonto no es, sabe que desde hace 54 años en Cuba existe una autocracia militar que prohíbe la oposición política y el periodismo independiente.
Dejar en manos del régimen la acreditación de prensa a los eventos que efectúe Estados Unidos en la Isla, es como poner a un pederasta al frente de un campamento de boys scouts.
Con una carta de María Gómez Torres, directora de contenido de Webstringers, personalmente fui al Centro Internacional de Prensa, y la funcionaria que me atendió, luego de leer la misiva, buscó entre sus papeles y con fingida sorpresa me dijo: “Señor García, usted no aparece como periodista acreditado en Cuba”.
“Y cómo me puedo acreditar”, le pregunté. “Debe tener una licencia operativa y el permiso del Centro”, respondió. “Ah, qué bien”. Y quise saber si ella me lo podía gestionar. “No, porque usted no clasifica”, me contestó con un tono de misterio.
“¿Y por qué no clasifico, si desde 2009 colaboro en periódicos de España y Estados Unidos?”, indagué. “Nuestro Centro se acoge al derecho de dar el permiso a los reporteros que consideremos”, espetó la burócrata.
Tras la infructuosa gestión, una vez más llamé a la Embajada de Estados Unidos para solicitar una cita con algún funcionario y me diga por qué un periodista independiente no puede ser acreditado al evento del 14 de agosto.
Pero nadie sale al teléfono. El 17 de diciembre marcó una nueva etapa entre Cuba y Estados Unidos. Ese mediodía, Barack Obama prometió empoderar al pueblo cubano y promover el respeto de los derechos humanos en la Isla.
Pura demagogia. El gobierno que se jacta de promover valores democráticos, descaradamente pisotea el espíritu y la letra de su Carta Magna, donde el derecho a informar es sagrado.
El gobierno de Estados Unidos intenta no deslucir su fiesta del 14 de agosto si acredita a periodistas independientes e invita a disidentes, pues saben que los funcionarios del régimen no asistirían.
La autocracia verde olivo tiene como regla no compartir ningún evento con opositores cubanos, a los que considera “mercenarios y asalariados del gobierno de Estados Unidos”.
Por esta vez, la administración de Obama los va a complacer.
Este artículo fue publicado originalmente en el blog Desde La Habana.