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Héroes cubanos en el mayo de Grandes Ligas


El lanzador Aroldis Chapman de los Rojos de Cincinnati. Foto de archivo.
El lanzador Aroldis Chapman de los Rojos de Cincinnati. Foto de archivo.
Como reflejados en un caleidoscopio, los cubanos iniciaron el mayo de las Grandes Ligas con exhibiciones de todas las tonalidades: Aroldis Chapman, en medio de su recuperación física, alcanzó a lanzar 101 millas por hora en un partido contra rivales de clase A en Dayton, Ohio.

El cerrador estrella de los Reds se recupera a todo tren del pelotazo que sufrió el 19 de marzo, cuando Salvador Pérez, de Kansas City, disparó un batazo que pegó en la cabeza del pitcher. Chapman trabajó este jueves un inning de 18 lanzamientos (11 strikes), con dos ponches ante la novena Lansing.

Los testigos vieron dos pitcheos de 101 millas del zurdo cubano, dos de 100 y cuatro de 99. Pero la pizarra del Fifth Third Field tiene espacio para solo tres dígitos del velocímetro, así que con las bolas más veloces solo reflejó un “01”.

Pero el asombro en la lomita ya no corre únicamente de la mano del zurdo de Holguín, porque otro zurdo, novato y de Guantánamo, guió a Seattle 4-2 sobre los Yankees de Nueva York. El rookie del oriente cubano --25 años de edad-- se llama Roennis Elías, tiene 2-2 en su expediente, y en la fresca noche del Bronx se paseó en siete entradas de dos carreras (una sucia) y seis hits, ¡con 10 ponches propinados a los inquilinos de Nueva York!

Vayamos a la caja de bateo, sin olvidar a Chapman: su nuevo compañero de batería en Cincinnati, el también cubano Brayan Peña, salió del dugout como emergente, en el final del octavo, y su jonrón de dos carreras rompió el empate y arruinó las ansias del huésped Milwaukee.

En Minnesota, Yasiel Puig se mantuvo inmune a las leyendas de amenazas criminales que le rodean, y sin que la fama se le vaya a la cabeza, ahora que su vida va a ser un guión de Hollywood. El muchacho pegó de cuatro-cuatro, con un boleto y dos carreras producidas en el primer choque de los Dodgers frente a Twins.

Sin agotarse, el outfielder nacido en Cienfuegos mantuvo la mecha encendida durante el otro programa --duró 12 innings-- con ataque de seis-dos, una transferencia y dos ponches. En su segundo año en el Big Show, Puig toma el mes de mayo como pivote para alcanzar un promedio privilegiado: ahora batea .309.

Tampa Bay venció como visitador a Boston en un doble programa, 2-1 y 6-5. En el noveno inning del último pleito, un fogonazo del torpedero Yunel Escobar se fue sobre el monstruo verde para colocar la guinda en la fiesta de los floridanos.

Si la dirección del Tampa ha depositado toda su confianza en la labor de Escobar con el guante, sus destellos ofensivos son música en los oídos de Joe Maddon.

Envíos de 101 millas, jonrones como emergente, bateadores modestos que botan la pelota… Toda una feria de agradables curiosidades, con un puñado de cubanos como ilusionistas, ¿no lo cree usted?
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