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Los forenses holandeses examinan los cadáveres del avión malasio


Expertos forenses holandeses saltan de un vagón refrigerado tras revisar alguno de los cadáveres de las víctimas del vuelo MH17.
Expertos forenses holandeses saltan de un vagón refrigerado tras revisar alguno de los cadáveres de las víctimas del vuelo MH17.

Los tres especialistas holandeses abrieron los vagones refrigerados, para examinar los cuerpos en presencia de la misión de la OSCE en Ucrania

Un grupo de especialistas forenses holandeses llegó hoy a la localidad de Torez, en la región ucraniana de Donetsk, donde está el tren frigorífico en el que se han depositado la mayoría de los cadáveres de los pasajeros del avión malasio siniestrado el jueves pasado.

Según informaron a Efe testigos que se encuentran en la estación de tren, los tres especialistas holandeses abrieron los vagones para examinar los cuerpos en presencia de la misión de la OSCE en Ucrania encabezada por el suizo Alex Hug. Ahora, negocian con los rebeldes prorrusos el traslado del tren a la ciudad de Járkov, la más importante del este de Ucrania, donde se procedería a su identificación y serían visitados por los familiares de las 298 víctimas de la catástrofe.

Los separatistas, que se niegan a colaborar con las autoridades de Kiev, informaron el domingo de que el tren permanecería estacionado en Torez hasta la llegada de expertos internacionales. Según testigos, el médico holandés Peter Van Vilet expresó su satisfacción por el estado de conservación de los cuerpos, que se encuentran a cero grados dentro de unos vagones herméticamente cerrados.

Los cuerpos fueron refrigerados en la madrugada del domingo, más de 48 horas después del accidente, tras permanecer envueltos en sacos en las inmediaciones de la zona de la catástrofe, en la aldea de Grabovo.

El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, informó de que los servicios de rescate han encontrado ya 271 cuerpos, de los que 251 se encuentran en los vagones en Torez.

Los holandeses acompañados por representantes de la OSCE se desplazarán ahora a la zona cero de la catástrofe, donde los socorristas siguen buscando los restantes cadáveres y otras evidencias que ayuden a esclarecer las causas tragedia.

Algunas partes del Boeing-777, como es el caso de la nariz del aparato, se encuentran a varios kilómetros de Grabovo, en la localidad de Rasípnoye, en medio de un campo de girasoles.

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