La activista Berta Soler intentó viajar a Estados Unidos a recoger el Premio Milton Friedman por la Libertad, concedido este año a las Damas de Blanco, pero las autoridades cubanas le prohibieron salir del país.
Desde 2002 el Instituto Cato, centro de investigación de políticas públicas no partidista con sede en Washington, ha otorgado este premio a académicos, activistas y líderes políticos de diferentes regiones en el mundo que han realizado contribuciones significativas al avance de la libertad humana.
Soler pretendía asistir a la cena de entrega del importante galardón el próximo 17 de mayo en Nueva York. Compró un boleto rumbo a Miami con la esperanza de encontrarse con sus hijos.
“Quería aprovechar el viaje y el Día de las Madres estar con mi hijos en Jacksonville. Una vez más el régimen cubano me impidió que saliera, cuando ya tenía el boleto comprado”, dijo Soler en entrevista con Martí Noticias.
El pasado viernes 11 de mayo, alrededor de las 11 de la mañana, la activista fue vetada para viajar por las autoridades en el Aeropuerto Internacional José Martí, en La Habana.
“Ahí estaba el jefe de Inmigración del Aeropuerto, Ángel Hernández, y cuando voy a pasar por el lugar de Inmigración me dicen que yo estoy regulada (impedida de salir del país)”, precisó la líder de las Damas de Blanco.
“Una vez más denuncio al régimen cubano que no me permite salir temporalmente del país. Pero no sólo a mí: tenemos 14 Damas de Blanco, que siempre están diciendo que estamos reguladas y no nos dejan salir”, denunció Soler y recordó que en la isla hay “muchos activistas de derechos humanos que están en esta misma situación”.
“Quiero decir, y quiero que me escuchen, y elevarlo al gobierno americano, que ha permitido a 400 artistas comunistas que vayan a cantar en Nueva York y otros Estados, y sin embargo a los activistas de derechos humanos (el régimen cubano), no nos permiten salir”, concluyó Soler.
Las miembros de este grupo opositor femenino, surgido a raíz de las detenciones de la llamada Primavera Negra de Cuba, en 2003, son golpeadas, encarceladas y multadas por agentes del régimen para impedirles asistir a misa los domingos y reclamar libertad para los presos políticos y democracia para todos los cubanos.
Las Damas de Blanco también han sido galardonadas con el Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento en 2005, que otorga el Parlamento Europeo, pero el régimen de La Habana les prohibió asistir a la ceremonia de premiación en Estrasburgo, Francia. Ocho años después fue que pudieron recoger este premio.
El Instituto Cato ha denunciado que las activistas se han enfrentado “a un creciente hostigamiento y arresto policial en los últimos años, ya que el gobierno cubano trata de ocultar, pero no corregir, su hábito de sofocar a la disidencia (…) Las Damas de Blanco tienen un mensaje simple: los presos políticos de Cuba son nuestros hijos, nuestros hermanos y nuestros esposos. No tienen que ser olvidados”.
Este centro de investigaciones sin fines de lucro, recordó en un comunicado de prensa las palabras de Berta Soler ante el Senado de Estados Unidos:
“Nuestras aspiraciones son legítimas. Nuestras demandas son bastante concretas: libertad para los presos políticos, reconocimiento de la sociedad civil, eliminación de todas las disposiciones criminales que penalizan la libertad de expresión y asociación y el derecho del pueblo cubano a elegir su futuro mediante elecciones libres y multipartidistas (...) Cuba cambiará cuando cambien las leyes que permiten y protegen el comportamiento criminal de las fuerzas represoras y los elementos corruptos que sostienen al régimen".
(Con reporte de Yolanda Huerga)
