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Iniciativa ABBA exige el derecho a la seguridad alimentaria en Cuba


Vendedores ambulantes en una calle de La Habana, Cuba. (AP/Ramon Espinosa/Archivo)
Vendedores ambulantes en una calle de La Habana, Cuba. (AP/Ramon Espinosa/Archivo)

La campaña Alimentos Buenos, Baratos y Abundantes para Cuba (ABBA), una iniciativa cívica sin fines político-partidistas ni ideológicos, fue lanzada en julio del año 2019 por gestores de la sociedad civil cubana.

"Comenzamos estas propuestas desde el 2008, exigiendo el derecho a una seguridad y una alimentación adecuada, y que hoy es más necesaria por la situación que vive la población cubana", dijo este martes Moisés Leonardo Rodríguez, profesor, periodista independiente y presidente de la organización Corriente Martiana en declaraciones a la revista informativa Martí Noticias AM.

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La campaña fue un llamamiento firmado por Oscar Casanella, bioquímico, profesor de Inmunología y transportista privado; Ariel Ruiz Urquiola, Doctor en Ciencias Biológicas y campesino usufructuario, Omara Isabel Ruiz Urquiola, Historiadora de Arte, Moisés Leonardo Rodríguez, profesor de Física retirado, y Emiliano González, exprofesor de Física y agricultor en aquel entonces.

Durante varios decenios, actores de la sociedad civil han realizado este tipo de propuestas al régimen, subrayó Rodríguez.

“Estamos en presencia de una violación a los derechos alimentarios por omisión porque las reformas realizadas en la agricultura fueron por dictamen del ya fallecido gobernante Fidel Castro”, aseguró el entrevistado.

“Después de 65 años de promesas y donde se insiste en el carácter martiano de la Constitución cubana estamos en una situación peor que en el año 1959”, añadió.

La organización independiente entregó en marzo del 2019, en la Asamblea Nacional del Poder Popular, la propuesta que pide a las autoridades estatales que las tierras sean entregadas en propiedad a los campesinos, se permita el mercado libre, y que los productores agrícolas puedan recibir donaciones, o adquirir insumos en el exterior cuando dispongan de recursos, entre otras demandas.

Rodríguez insistió en que “no se trata en este caso del precio de los alimentos sino la diferencia abismal entre los ingresos con los que cuenta la población cubana y los precios establecidos”.

“La diferencia tiene que ver con la escasez de los productos, con la nula eficiencia con que se producen y de ahí se desprende que el problema de Cuba no es lo que declaran los gobernantes, este grupo de personas que están ancladas con la idea fija de mantener el poder, presentado regulaciones, reformas y manteniendo el obstáculo para la producción de alimentos para la población”, explicó el activista.

Acotó que, “si antes de 1959 existían en la Isla alimentos buenos, baratos y abundantes, es señal de que la estructura productiva que existía funcionaba, entonces la solución era retomarla en el momento en que desaparecieron los subsidios, pero ahora puede ser demasiado tarde para ello”.

“Estamos viviendo el colapso del sistema en Cuba, no importa el nombre que tenga: socialismo, Revolución o proyecto social. Son un grupo que no quieren reformas que pongan en peligro su permanencia en el poder y las riquezas que han acumulado”, enfatizó Rodríguez.

“Nosotros persistimos en la defensa de que los cubanos tienen derecho a la alimentación adecuada y que la vía sería reestructurar esa forma productiva, es decir, pasar a la propiedad privada, al mercado libre, la libertad de los productores como ha ocurrido en países como Viet Nam y China, evidenciando que no es un problema del sistema socialista, sino de un grupo de poder, de una dictadura totalitaria”, añadió.

El comunicador señaló que, "si durante años la sociedad civil ha realizado propuestas relacionadas con la seguridad alimentaria y los gobernantes insisten en que hay que escuchar a la población, entonces es claro que ellos sí conocen las vías para solucionar el problema, pero no lo desean”.

“El aumento de la delincuencia, la violencia, la incapacidad de los cuerpos represivos para mantener el orden, la inseguridad ciudadana, la pérdida de credibilidad ante el mundo para recibir préstamos, una inversión extranjera nula, solo evidencia que estamos ante el colapso del sistema por un delito de omisión de liberación de las fuerzas productivas y del respeto a los derechos humanos”, concluyó el presidente de la Corriente Martiana.

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