Multitudes de hombres, mujeres y niños inundaron la Plaza de los Mártires y las calles aledañas mientras decenas de otros miles procedentes de otros puntos del país llenaban las carreteras que convergen en Beirut, respondiendo al llamamiento de la oposición para manifestar la demanda de que sean retiradas las tropas sirias que ocupan Líbano.
"Venimos a liberar a nuestra patria. Venimos a demandar la verdad”, dijo Fatima Trad, una libanesa musulmana a cuyo rostro ocultaba un velo. Había llegado a Beirut desde la remota región de Diniye, en el norte de Líbano.
El asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri, ocurrido hacía exactamente un mes, es el chispazo que ha dado lugar a la serie de enormes manifestaciones contra Siria, hasta entonces la potencia dominante en Líbano.
La enorme multitud hizo silencio exactamente a la 12:55 PM., la hora en que hace cuatro semanas una bomba muy potente estalló y mató a Amirí en Beirut. Solamente quebraron el silencio el repique de las campanas de las iglesias y el aleteo de las banderas. En Líbano hay gran respeto religioso entre cristianos y musulmanes.
Después millares de globos blancos ascendieron al cielo.