Con motivo de la visita del papa Francisco a Cuba este fin de semana, el Gobierno de Raúl Castro se ha dado a la tarea de sacar de las calles a toda persona que podría dar al traste con la imagen pulcra que La Habana desea presentar al Vaticano, sus invitados y a la prensa internacional.
"En la Comisión Cubana de Derechos Humanos y en todo el movimiento [opositor] dentro de Cuba estamos realmente indignados y preocupados porque ha tenido lugar una verdadera operación de limpieza social por parte del Gobierno de Cuba (...)", denunció Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN)
"Han recogido a la fuerza a miles de mendigos, limosneros, harapientos, enfermos crónicos y otros desamparados, en su gran mayoría ancianos, y los han internado en lugares que se desconoce", agregó.
Además, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos indicó que "las retenciones a varios opositores se suman a las detenciones arbitrarias denunciadas en vísperas de la visita a Cuba de su Santidad Francisco".
La Dama de Blanco granmense Yudisbel Roselló Mojena dijo a Martí Noticias que en varias provincias cubanas, la Policía Política (Seguridad del Estado) ha amenazado a las mujeres miembros de la organización con detenerlas si intentan asistir a las misas que celebrará el papa Francisco en Holguín, La Habana y Santiago de Cuba.
Sánchez Santacruz enfatizó que "esto es un hecho ilegal (…) y parece que se mantendrá hasta después de la visita del Papa".
Manifestó que su organización ha hecho un comunicado en el que pide a Francisco "que intervenga y solicite un gesto de misericordia al Gobierno de Cuba, en el que pida la libertad inmediata de los mendigos internados".
Y agregó que a los mendigos no se les puede arrebatar su libertad por su situación de pobreza, lo que debe hacer el Estado cubano es solucionar sus problemas de vivienda, de alimentación, de atención médica y otros muchos que padecen.