Amnistía Internacional denunció que el gobierno de Irán está perpetrando crímenes de lesa humanidad al ocultar la suerte de miles de disidentes políticos asesinados en 1988.
“Al ocultar la suerte y el paradero de miles de disidentes políticos que fueron víctimas de desaparición forzada y ejecutados en secreto en prisión hace 30 años, las autoridades iraníes continúan cometiendo crímenes de lesa humanidad”, dijo este martes la organización pro derechos humanos.
El informe, Secretos ensagrentados: por qué las masacres en las prisiones de Irán en 1988 siguen siendo crímenes contra la humanidad, pide a la ONU una investigación independiente sobre lo ocurrido.
“Estos secretos ensangrentados...continúan atormentando al país en la actualidad”, precisó Amnistía.
“El hecho de que hasta la fecha las autoridades iraníes se niegan a reconocer los homicidios masivos; a decir a las familias cuándo, cómo y por qué fueron asesinados sus seres queridos; y a identificar y devolver sus cuerpos significa que las desapariciones forzadas continúan”, señaló la organización.
En ese sentido, Amnistía aseveró que si las autoridades iraníes no reconocen y revelan públicamente la suerte y el paradero de las víctimas, “estos crímenes de lesa humanidad continúan perpetrándose”.
Amnistía precisó que su informe “desenreda la tela de araña de desmentidos y distorsiones que las autoridades iraníes llevan 30 años perpetuando, tanto en el país como en el ámbito internacional, para ocultar la verdad de que sometieron a desaparición forzada y mataron sistemáticamente a miles de disidentes políticos en cuestión de unas pocas semanas”.
También advirtió que las personas responsables de estos crímenes de lesa humanidad “eluden la justicia y, en algunos casos, han ocupado y siguen ocupando puestos de poder en Irán”.
A finales de julio de 1988, “las autoridades ordenaron el cierre de prisiones de todo el país y suspendieron las visitas familiares sin dar ninguna explicación. En las siguientes semanas, al menos 5.000 disidentes políticos de ambos sexos fueron víctimas de ejecución extrajudicial en un esfuerzo coordinado para eliminar a la oposición política".
"Esto se hizo siguiendo al menos una fetua secreta dictada por el entonces líder supremo de Irán, Ruhollah Jomeini, tras una incursión armada en Irán de la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán (PMOI), grupo de oposición prohibido con base en Irak”, añadió la organización.
Amnistía Internacional también comentó que la inacción de la ONU “ha sido deplorable”, pues ha perjudicado a “las personas supervivientes y las familias de las víctimas”, y al “Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos”.