Irán y seis grandes potencias alcanzaron el martes un acuerdo nuclear y pusieron fin a más de una década de negociaciones intermitentes con un pacto que podría transformar Oriente Medio.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, elogió el acuerdo como un paso hacia un "mundo más esperanzador" y el mandatario iraní dijo que éste había probado que un "compromiso constructivo funciona". Pero Israel indicó que hará lo posible para poner fin a un pacto que calificó de "rendición histórica".
El acuerdo ahora será debatido en el Congreso de Estados Unidos, pero Obama dijo que vetaría cualquier medida que intente bloquearlo.
"El acuerdo ofrece una oportunidad para avanzar en una nueva dirección", dijo Obama. "Debemos aprovecharla", agregó.
En virtud del acuerdo, las sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas serían levantadas a cambio de que Irán acepte reducciones a largo plazo de su programa nuclear, que Occidente sospechaba que tenía como objetivo crear una bomba atómica..
Lo acordado
Los beneficios económicos para Irán son potencialmente enormes. Recibiría más de $ 100 mil millones en activos congelados en el extranjero, y el fin del embargo petrolero de Europa y de diversas restricciones financieras a bancos iraníes.
La solución tuvo lugar después de varias avenencias claves.
Irán aceptó la continuación del embargo de armas impuesto por la ONU hasta por cinco años más, aunque podría terminar antes si el Organismo Internacional de Energía Atómica absuelve definitivamente a Irán de cualquier actividad presente de desarrollo de armas nucleares. Una condición similar se impuso a las restricciones de la ONU sobre la transferencia de tecnología de misiles balísticos a Teherán, que podrían extenderse hasta ocho años más, según diplomáticos.
Washington había tratado de mantener la prohibición a Irán de importar y exportar armas, preocupado por que una inyección de efectivo a la República Islámica procedente de la relajación de las sanciones le permita ampliar su asistencia militar al gobierno del gobernante sirio, Bashar Assad, a los rebeldes hutíes en Yemen, al grupo extremista libanés Hizbolá y a otras fuerzas opuestas a aliados de Estados Unidos en el Medio Oriente como Arabia Saudita e Israel.
Los líderes iraníes, apoyados por Rusia y China, insistieron en que el embargo tenía que terminar para que pudieran combatir a flagelos regionales como el Estado Islámico.
Otro importante acuerdo permitirá a los inspectores de la ONU presionar a Teherán para visitar sus instalaciones militares como parte de sus funciones de supervisión, algo a lo que el líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei, se ha comprometido a oponerse. Sin embargo, no se garantiza el acceso de los ispectores y podría retrasarse, una condición que los críticos del acuerdo seguramente capitalizarán
Bajo el pacto Teherán tendría el derecho a impugnar las demandas de la ONU. Una junta de arbitraje compuesta por Irán y las seis potencias mundiales que participaron en las negociaciones decidiría sobre la cuestión. El Organismo Internacional de Energía Atómica también desea acceso para completar su largamente obstaculizada investigación sobre anteriores actividades nucleares militares de Irán, y EE.UU. ha advertido que se necesita la cooperación iraní para que todas las sanciones económicas que se levanten.
A favor y en contra
El acuerdo es una gran victoria tanto para Obama, que ha prometido tender lazos con enemigos históricos, como para su homólogo iraní, Hassan Rouhani, un líder pragmático elegido hace dos años bajo la promesa de reducir el aislamiento diplomático del país de casi 80 millones de habitantes.
Sin embargo, ambos enfrentan al escepticismo de poderosos políticos de línea dura en sus respectivos países tras décadas de enemistad entre países que se referían uno al otro como "el gran Satán" y un miembro del "eje del mal".
Rouhani rápidamente presentó el acuerdo como un paso hacia un objetivo mayor de cooperación internacional. "Con esta crisis innecesaria resuelta, nuevos horizontes emergen con el enfoque de desafíos compartidos", dijo en Twitter.
Para Obama, la diplomacia con Irán se ubica al nivel de la normalización de las relaciones con Cuba como hitos en un legado de reconciliación con enemigos que atormentaron a sus antecesores durante décadas.
"La historia muestra que Estados Unidos debe liderar no sólo con su poderío sino con principios", dijo Obama en un discurso por televisión. "El anuncio de hoy marca un nuevo capítulo en nuestra búsqueda de un mundo más seguro y más y más esperanzador", agregó.
Aunque las principales negociaciones fueron entre Estados Unidos e Irán, los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -Gran Bretaña, China, Francia y Rusia- también participaron del acuerdo, al igual que Alemania.
Israel: "Error histórico"
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó al acuerdo como "un error de proporciones históricas".
"Irán obtendrá una lotería, una bonanza en dinero de cientos de miles de millones de dólares, que le permitirán seguir con su agresión y terror en la región y el mundo", sostuvo.
"Irán va a recibir un camino seguro a las armas nucleares", añadió.
La viceministra de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Hotovely, calificó el acuerdo como una "rendición histórica".
Publicó en Twitter que Israel "actuará por todos los medios para tratar de impedir que el acuerdo sea ratificado", una clara amenaza de intentar usar su influencia para bloquear la aprobación del pacto en el Congreso estadounidense controlado por los republicanos.
El Congreso tiene 60 días para revisar el acuerdo y si vota por desaprobarlo, Obama puede vetar ese rechazo.
Se necesitan dos tercios de los legisladores para anular un veto de ese tipo, lo que significa que algunos de los demócratas de Obama tendrían que rebelarse contra uno de los principales logros de su presidente para acabar con el acuerdo.
Los países árabes gobernados por musulmanes suníes, particularmente Arabia Saudita, creen que Irán apoya a sus enemigos en los conflictos armados que actualmente se desarrollan en Siria, Yemen y otros países.
Obama dijo que Irán había aceptado un mecanismo de restitución, bajo el cual las sanciones serán reinstaladas si se viola el acuerdo. Un embargo de armas de la ONU seguirá vigente durante cinco años y una prohibición para comprar tecnología de misiles continuará ocho años más.
Junto con el acuerdo, el organismo de control nuclear de la ONU, la Organización Internacional de Energía Atómica, anunció un pacto con Irán para resolver sus propios temas pendientes para fines de este año.