Miles de israelíes han participado hoy en los funerales de los tres adolescentes israelíes que fueron secuestrados el pasado 12 de junio en Cisjordania y cuyos cuerpos fueron hallados ayer en una fosa del distrito palestino de Hebrón.
Los funerales de Eyal Yifrach, de 19 años, y Gilad Shaer y Naftalí Frenkel, ambos de 16, comenzaron a primera hora de la tarde de forma individual en sus localidades de residencia: Talamón, Nof Ayalón y Elad.
Miles participaron en cada uno de los actos, en los que ministros del Gobierno que preside el primer ministro, Benjamín Netanyahu, aseguraron que los culpables serán castigados.
"Eyal, Gilad y Naftalí fueron secuestrados y asesinados por unos desalmados sólo por el hecho de ser judíos. Fueron asesinados a sangre fría (...) por aquellos que enarbolan la bandera de una guerra de desgaste diaria contra nosotros", dijo el ministro de Defensa, Moshé Yaalón, al referirse al movimiento islamista Hamás, al que Israel considera responsable de los hechos.
Yaalón prometió que Israel "no descansará hasta llevar a los secuestradores ante la justicia", promesa que también hizo el ministro de Educación, Shai Piron, en otro de los actos.
Los restos de los tres adolescentes fueron conducidos al cementerio de la ciudad de Modín, para sepultrlos juntos, por expreso deseo de sus familias.
En el entierro participan el primer ministro israelí y el jefe del Estado, Simón Peres, un hecho inusual por razones de seguridad.
Represalia calculada
El gobierno israelí sopesaba el martes la magnitud de las represalias contra Hamas tras el asesinato de los tres jóvenes secuestrados en Cisjordania, para evitar que los ataques generen una explosión de violencia regional y menoscaben la simpatía de la comunidad internacional.
Los dirigentes internacionales y los principales analistas israelíes pidieron serenidad al primer ministro Benjamin Netanyahu, que acusó del asesinato al movimiento islamista Hamas, aconsejando que ordenase operaciones selectivas y limitadas.
"Nosotros consideramos a Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica) responsable del secuestro y del asesinato de los jóvenes y sabemos como ajustarles las cuentas", declaró el ministro israelí de Defensa, Moshe Yaalon.
En la noche del lunes, Israel lanzó unos 30 ataques aéreos contra la Franja de Gaza, apuntando a terrenos de entrenamiento de grupos armados, sin que se registrasen víctimas.
El gabinete de seguridad israelí, integrado por los principales ministros, se reunió el lunes bajo la presidencia de Netanyahu, y continuará sus discusiones este martes al anochecer. Hamas, que negó estar involucrado en el rapto, pero elogió la operación, prometió a Israel que "si se lanza en una guerra o en una escalada, abrirá las puertas del infierno".
El editorialista del diario Yediot Aharonot afirmó que espera que los ministros involucrados "pensarán primero en el enemigo exterior y sólo después en las presiones del interior". "Israel debe continuar atacando a Hamas" pero "con inteligencia y quirúrgicamente", sin castigar a la población ni a la Autoridad Palestina, escribió.
El presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abas convocó a una reunión de la dirección palestina. El acuerdo de reconciliación con Hamas, que desembocó el 2 de junio en la formación de un gobierno de personalidades independientes, común a Cisjordania y Gaza, parecía cada vez más amenazado.
La policía israelí fue puesta en estado de alerta en todo el territorio por temor a atentados o a represalias de ese tipo.
Estados Unidos y la Unión Europea condenaron enérgicamente el asesinato de los jóvenes israelíes. La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, pidió "moderación a todas las partes involucradas para no agravar aún más la situación frágil en la región".
Desde ese secuestro, el ejército israelí mató a cinco palestinos durante su operación en Cisjordania, arrestó a 420 palestinos, 305 de los cuales son miembros del Hamas, y registró más de 2.200 edificios.
Un grupo desconocido autodenominado "Partidarios del Estado Islámico" que juró fidelidad al jefe de la formación yihadista "Estado Islámico", activo en Siria e Irak, reivindicó el secuestro y el asesinato, en un comunicado publicado en sitios islamistas.
Los tres jóvenes --Eyal Yifrach, de 19 años, Naftali Frankel y Gilad Shaer, ambos de 16 años--, eran estudiantes de escuelas religiosas. Fueron encontrados muertos a poca distancia de la localidad de Halhul, cerca de la ruta donde fueron vistos por última vez haciendo auto-stop.