Este miércoles 5 de noviembre tendrá lugar el reestreno de Estudio 44, espectáculo unipersonal que el actor y director de escena cubano Jorge Ferrera presentó por primera vez en Barcelona en 2012, una ciudad en la que lo dio todo y, digamos, de la que no recogió tanto como tal vez esperábamos quienes lo conocimos de cerca en la bella Ciutat Condal.
Cuando dejamos Barcelona, precisamente en 2012, Ferrera continuaba probando fuerza con el público catalán. Recién iniciaba la idea de llevar el teatro a domicilio, una gestión interesante en tiempos de crisis económica. Pero qué va, allí estaba clarísimo que no conseguiría pasar del nivel de barrio –muy digno– que es el mismo nivel de las casas de cultura, lo que en Cataluña se conoce como “casales” y donde él actuaba a menudo.
Era una pena que los teatros de Barcelona se lo estuvieran perdiendo, como director y como actor. Fundador de Teatro El Puente (grupo nacido en el Instituto Superior de Arte de La Habana), hacía una labor discreta como profesor de una escuela también de barrio, en la periferia de la ciudad. El tiempo pasaba, en una época muy difícil para salir adelante hasta en lo más ordinario. ¡Qué decir, entonces, de la excelencia si no estás visible en una ciudad de dos millones de habitantes, que se debate entre la crisis general del país y la crisis de identidad nacionalista!
Sencillamente, la excelencia se diluye en acciones de poco resultado mediático, aun cuando la preparación de la obra, y el rigor de la puesta en escena, caigan en el saco roto de los malos tiempos. O lo que es peor: en el saco roto del fatalismo geográfico. Incomprensible, pero cierto.
Ferrera se fue a Madrid, tal vez porque amigos y conocidos comenzaban a dejar Barcelona, como mismo otros comenzaban a dejar Madrid para irse a Miami. En la rotación salió ganando. Al menos salimos ganando quienes veíamos su talento empaquetado en un caprichoso destino de la vida. Pero hay que romper.
En Madrid, Jorge Ferrera participa de un montaje con larga temporada en la sala Galileo: El burgués gentilhombre, de Moliére, con la compañía Mephisto Teatro, durante el verano pasado; todo el elenco compuesto por actores cubanos, hombres, bajo la dirección de Liuba Cid. Paralelamente, en Madrid desarrolla su humilde sueño del teatro a domicilio, con obras de pequeño formato. Todo con éxito continuado.
Este miércoles 5 reestrena Estudio 44, una pieza bien intensa que "transcurre en el Estudio Fotográfico de Jorge F., un enamorado de la fotografía".
Según consta en las notas de su página web, "…este es el impulso, la obsesión, por la que Jorge ha abierto este nuevo negocio. Por el Estudio, desfilarán personajes sugerentes, mucho más inquietantes, no por lo que dicen sino por lo que no dicen. En cada historia, en cada personaje, hay todo un universo por descubrir. El Hombre, El Primo, El Político, La Mujer, El Mecánico, El Borracho, El Ciego, El Drogata, son personajes, que llevan un comportamiento arquetípico: La apatía, La violencia, La sexualidad, El amor, La hipocresía…".
El comportamiento gestual, de acciones físicas, la danza y el lenguaje fotográfico, serán los medios para dialogar con el espectador en la sala Off del barrio La Latina, en el mismo corazón de Madrid.
El creador frente al espejo. Él mismo frente a una cámara de fotos, ahora que se ha mudado otra vez de ciudad, luego de dejar La Habana hace mucho tiempo.