El 1B de los Medias Blancas de Chicago, el cienfueguero José "Pito" Abreu, quien junto a su coterráneo de los Dodgers de Los Ángeles, el jardinero derecho Yasiel Puig, visitan Cuba hoy declaró al periódico Chicago Sun-Times que una de las cosas que lo motivan a hacer este viaje es saber que va a estar en contacto con su hijo, a quien no ve desde que desertó en 2013.
"Ha sido muy difícil no ver a mi hijo. Él sabe que su padre está viniendo y él está tan emocionado... No puedo esperar para ver a mi hijo", declaró Abreu.
Agregó que está muy agradecido a MLB por "la oportunidad que le está dando de regresar a Cuba y representar el béisbol, que forma parte de la vida del cubano".
Abreu, Puig, Alexei Ramírez (torpedero de los Medias Blancas de Chicago) y Bryan Peña (receptor de los Cardenales de San Luis), integran una delegación de las Grandes Ligas encabezada por el alto directivo de esa organización Joe Torre y el exbeisbolista y consultor del sindicato de jugadores, Dave Winfield.
Durante tres días impartirán una clínica de béisbol a niños cubanos y participarán en obras caritativas, entre otras actividades.
Días atrás, el comisionado de las Grandes Ligas, Robert Manfred Jr., declaró: "Somos muy afortunados de tener la oportunidad de cumplir un papel constructivo en la mejoría de la relación de nuestro país con Cuba".
Añadió que "el béisbol representa un lazo entre nuestras culturas y es innegable el impacto de jugadores cubanos en nuestro juego. Espero que esta gira represente el inicio de una larga relación".
El Gobierno de Castro dio un giro en la política deportiva de Cuba y autorizó algunos contratos de cubanos en el exterior, a partir de 2013.
Desde entonces, alrededor de una decena de peloteros han sido firmados por equipos de México, Japón, Canadá y Colombia; pero no han podido hacerlo en la MLB, por las leyes de Estados Unidos, ni en las Ligas del Caribe, ya que están bajo las mismas normas.
Las Grandes Ligas esperan tener partidos de pretemporada en Cuba en 2016.
