Desde La Habana, Juan González Febles responde a Martí Noticias preguntas sobre su obra de ficción. De paso, nos cuenta sobre las interioridades de quien en un momento fuera un activista de Derechos Humanos que se inventó su propio periódico, Primavera Digital, y no deja de soñar con el ejercicio de la narrativa, esa que le roba el sueño en las noches de la habanera barriada de Lawton.
Antes había leído piezas narrativas tuyas, sueltas, de publicaciones periódicas, enviada una de ella a concurso. En tu El libro de La Habana (Neo Club Ediciones 2014) el anti-héroe adquiere un carácter protagónico, pero a base de conmiseración, parece gente aplastada por la vida, suspendida en un hilo, ¿es que son protagonistas de historias por venir o es tu benevolencia con nosotros, los lectores? –Me refiero a Nadie nos quiere, específicamente.
Es la gente con la que convivo, tanto los buenos, los regulares como los malos. Ellos son en esencia nuestra gente. Una familia que rechazo, pero que lamentablemente es familia. Son lamentablemente tan cubanos como otros que dan crédito positivo y dignidad al gentilicio compartido. Son como señalas, "gente aplastada por la vida, suspendida en un hilo". Son protagonistas de historias que transcurren ahora, no de historias por venir. Son con los que rozamos en el transporte y la adversidad pública. No hay nada benevolente, la vida Cuba adentro nunca lo es. No hay conmiseración, solo compasión y la hay, porque no somos y porque no soy como ellos.
Has hecho periodismo independiente por muchos años, has integrado proyectos en la sociedad civil independiente. Fundaste Primavera digital, ‘El primer periódico independiente’ ¿No terminarás dibujando una Cuba, una Habana que se te escapa de las manos de tanto manosearla y hurgarla por dentro? ¿No temes terminar entregando tu propia fotografía?
No se escapa nunca de las propias raíces, nadie lo ha conseguido hasta hoy. Ni los que andan lejos ni los que estamos por acá, dejaremos de ser los que somos. Todos escribimos desde una individualidad por momentos compartida. El estilo es el hombre y el hombre como ya dejó escrito Hemingway, "puede ser derrotado, pero nunca vencido". Esa condición humana irredenta –que compartes– hace que donde quiera que estés, siempre serás tú y nadie escapa de eso.
En medio de las amenazas, los interrogatorios, la vigilancia, la presión del compromiso pro democrático, ¿puedes describir cómo es la vida de un creador de ficciones en ese ambiente? ¿Cómo lo haces, cómo te aíslas?
Se trata de hacerlo y nada más. Uno aparentemente olvida, solo que esto es solo una apariencia, algo como una segunda piel. Siempre la dictadura consigue hacerse presente y la supervivencia depende en gran medida en asumir que se vive bajo una dictadura tan cruel como inescrupulosa. En mi caso, como pescado y en ocasiones, bebo con los amigos, escuchamos el mejor rock and roll de los 70 y los 60 y seguimos adelante.
Yo tengo el apoyo y el remanso de la mujer que amo, de los amigos que no flaquean, pero no me olvido que afuera, tal y como dice la canción del grupo de rock alternativo Paisaje con Río, siempre "hay tanto ruido, tanta agitación y tantos nuevos enemigos". En la medida que interiorizas que la gente que te rodea, necesita de ti, se trata de que no los defraudes, porque si les defraudas, te defraudas. Te mezclas y te nutres con la gente y son ellos quienes dictan las historias que ofrecerás con mayor o menor oficio. Es su sufrimiento y su desesperanza compartida la que expondrás. En la medida que consigas esa necesaria empatía, entonces todo fluirá.
Los personajes de tus historias tienen la tabla de salvación en los detalles, en los argumentos minimalistas. Un insecto en una oficina de interrogatorios, un hombre que recuerda haber golpeado a sus vecinos cuando la crisis del Mariel en 1980, y unos muchachos que apelan a la droga cuando ven que el futuro se aleja, como la sombra. ¿Dónde ha bebido Febles esa savia para insertarse en la narrativa cubana contemporánea? ¿Qué crees de las influencias? ¿Dónde tienes guardada la pistola para matar a tus maestros literarios?
La vida de nosotros tiene su tabla de salvación en los detalles y en los argumentos minimalistas, porque la vida por acá, es tan minimalista como solo puede serlo la vida de quien cuando amanece, no tiene certeza de si almorzará o sobre qué almorzará.
Es una vida consagrada al detalle minimalista que en determinada circunstancia puede ser y ha sido el detalle salvador. La gente sencilla se apoya en los detalles sencillos o minimalistas. Muchos interrogados se han salido del interrogatorio a partir de detalles como pueden ser lo que te interroguen en cuartos climatizados a muy baja temperatura y que el interrogador se ponga a buen recaudo con un pulóver ajustado bajo la camisa. Que no usa anillo para que no le veas como un humano sencillo que cuida y rinde cuentas a una esposa y como confirmación, verás la marca del anillo que no usa para la ocasión y como ese, mil y un detalles. Se trata de que sean ellos y no tú quien esté bajo la lupa. Y por supuesto, que la lupa sea tuya.
Se trata de interiorizar que quien se sienta frente a ti desde la ventaja del poder, es solo una persona vil que cumple órdenes criminales y todo su valor está dado en la pistolita que le permiten usar para intimidar a los suyos.
Si logras ponerlos bajo tu lupa y desde esa óptica verles en toda la dimensión de su cobardía, ya les ganaste. También puedes imaginarlos desnudos con sus carnes fláccidas y sus adiposidades y consolarte, entonces, pensando que pueden obligarte a morir, pero no pueden reducirte a la cobarde vileza de vivir como viven y de lo que viven.
El periodismo independiente que comenzó en la Cuba de hace décadas se pasaba en bolitas de papel para sacarlo de la prisión y en ocasiones en ‘picúas’ o pajaritas de papel; después vinieron los impresos clandestinos que trajeron consigo registros domiciliarios, ocupaciones de las inofensivas máquinas de escribir y hasta largas condenas a prisión en 2003. Al parecer la literatura independiente y contestataria terminará ocupando su espacio a modo de samizdat: ¿Crees que esto pueda ir más allá de unos curiosos lectores? ¿Qué más pudieran hacer ‘los amigos de la libertad’ para apoyar a los creadores independientes y proscritos en Cuba?
Todo depende de la veleidosa naturaleza humana. En determinado momento la humanidad se conmovió con el holocausto y con la hambruna ordenada por Stalin contra 20 millones de ucranianos. Solo que en el mejor momento –el de ocurrencia– compraron el trigo que les vendió Stalin y miraron en otra dirección para no sentir el hedor de los crematorios nazis.
Hoy existe un premio con el nombre de Andrei Sajarov, el premio llegó cuando ya dormían en sus tumbas anónimas otros disidentes soviéticos que nunca resultaron premiados.
Nadie cumple con el deber por el que optó solo por "ir más allá de unos curiosos lectores". Los "amigos de la libertad" por apoyar a los creadores independientes y proscritos en Cuba, podrían imponerse a su "veleidosa naturaleza humana", aunque esto sea o parezca ser mucho pedir. Podrían, si este fuera su interés y propósito, hacerlo. Sucede que no me atrevo a pedir, exigir o imponer semejante proeza, porque se trata de humanos, tan humanos como los que convivieron con el holocausto judío y el genocidio de Stalin o como los que facilitaron la vía a los nazis para que invadieran a sus vecinos.
Se trata como dije de "la veleidosa naturaleza humana" y nada más. No me siento habilitado para pedir sacrificios, aunque esté dispuesto a hacerlos. Sé tolerar y hasta convivir con la cobardía, aunque esto no quiere decir que exalte tan humana, aunque tan degradada condición.
Tú y tus compañeros de infortunio, del lado de los censurados, están fuera de las promociones culturales y literarias, sin el incentivo de los premios o el estímulo material que una vez hizo creer a algunos escritores que haciendo literatura podían malamente costearse la vida en Cuba. ¿Qué impulsa a JGF a seguir en el oficio más solitario del mundo –acaso el más ingrato?
Una tozudez que fue causa de mucho desasosiego para mis padres quienes me amaron solo por ser el niño que les llegó. También, para cada uno de los amigos que aparecieron a lo largo de esta azarosa ruta de vida, para cada una de las mujeres que amé y me amaron.
Tengo el defecto de ser tozudo o atravesa'o, como se dice por acá. Entonces, me complace molestar a los que molesto y especialmente a la dictadura que sufro.
Esto compensa con creces la falta de premios y reconocimientos. El conocimiento de lo que han gastado y lo que gastan para aplastarnos, es más que un estímulo para seguir y obligarles a que sigan gastando.
A fin de cuentas no tengo –y nadie tiene- conciencia de haber perdido lo que nunca se ha tenido y desde esa perspectiva, siempre gano.
¿Tienes, como lector, un libro favorito que haya burlado los cercos de la censura y la persecución política y policial? ¿Hay libros proscritos que aun así te han ayudado como ser humano?
Mis libros favoritos, nunca los determinó censura alguna. Entre ellos está en lugar cimero Ernest Hemingway. Lo son para mí, tanto sus novelas como sus magistrales relatos cortos. Por gustarme, me fascina además su periodismo, sus viñetas y el conjunto de su obra. Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, ambos. Aunque prefiero el periodismo de Márquez y la ficción de Vargas Llosa, cuestión de gustos y nada más.
El ruso –no me gusta soviético- Mikhail Bulgakov, es otro de mis paradigmas y esa visita del Diablo a Moscú, un dulce. A veces fantaseo a solas con el gato Popota. Lo imagino burlando segurosos en La Habana y la ensoñación es ¡orgásmica! El Maestro y Margarita es uno de mis favoritos. Como verás, quizás con la excepción de alguna obra de Vargas Llosa, los autores son creadores no censurados, porque sus obras han sido publicadas y tienen o tuvieron una amplia divulgación en su momento.
Y quiero concluir con una anécdota, que redondea más o menos tu pesquisa: Hace unos años, tocan a la puerta y veo ante mí a una joven y bella mujer, europea por más información. Me dice (en español) en nombre de que ONG venía y entonces, como la soga andaba muy tensa por acá (como ahora) le brindo agua fría. Cuando sin intención alguna de fisgoneo, ella vio que el refrigerador estaba lleno de pomos plásticos de agua, (única oferta) pregunta: ¿Hay problemas con suministro de agua por acá? Es que veo tantos pomos y solo eso, que…
Respondo: Verás, en determinado momento, bebo uno de estos pomos completos y es entonces que me percato de que en realidad no tenía hambre, sino sed.
La muchacha se pone roja como un camarón. Tartamudeó, luego que tocó los temas que fueron de su interés, me dio un abrazo, se despidió con sonrisa de ocasión y se fue completamente demudada.
Luego supe que, posteriormente, en una reunión sostenida allá lejos, entre factores interesados en el tema cubano, alguien entre los hermanos del exilio a cargo, manifestó que los periodistas independientes "ganaban" más que los médicos. Fue así que nuestra bella joven ripostó con los ojos enfebrecidos de creciente ¡euro indignación!
-Usted no tiene idea de lo que dice, les visité a varios y sobreviven con mucha penuria, Luis Cino vive en un lugar estrecho, oscuro y húmedo, ¡parece una madriguera! Febles en peores o iguales condiciones. ¡Esa gente pasa hambre! ¿Cuántos años hace que no visita Cuba? ¡Debía informarse mejor, sobre esas personas! Porque lo que hacen y como lo hacen da la medida de lo que son, héroes y nada menos.
No te diré quien protagonizó la anécdota, con la certeza de que te enterarás por tus medios.