La justicia argentina desestimó una denuncia contra el fallecido astro del fútbol Diego Maradona y varios de sus allegados por presunta trata de personas con fines sexuales que había presentado la cubana Mavys Álvarez, quien fue pareja del legendario jugador mientras éste cumplía tratamiento por su adicción a las drogas en la isla a principios de los 2000.
“El juez (Daniel Rafecas) ha ordenado archivar la causa”, confirmó el miércoles a The Associated Press Gastón Marano, abogado de Álvarez.
Maradona no era objeto de investigación por fallecimiento, mientras tres de sus allegados estaban imputados.
La mujer había viajado a mediados de noviembre pasado a Buenos Aires para denunciar ante la justicia argentina sobre los presuntos abusos que habría sufrido de adolescente mientras mantuvo una relación sentimental con el excapitán de la selección argentina - que murió en noviembre de 2020 - mientras éste se encontraba en Cuba tratando su adicción a las drogas a principios de los 2000.
A pesar de definir la relación con Maradona como “consentida”, la cubana señaló ante la justicia que el exfutbolista la sometió a violencia física y sexual y la introdujo en la adicción a las drogas. Ella entonces tenía 16 años.
Al mismo tiempo, declaró que ambos viajaron a Buenos Aires a fines de 2001 sin consentimiento de sus padres pese a que era menor de edad y que ingresó al país sudamericano sin pasar por un control adecuado en Migraciones de Argentina.
Álvarez también apuntó contra allegados del exfutbolista, como su exrepresentante Guillermo Coppola y otros amigos argentinos que lo acompañaron durante su estadía en Cuba porque supuestamente estaban al tanto de lo que sucedía y encubrieron a Maradona. Dijo que durante el viaje a Buenos Aires en 2001 la mantuvieron prisionera en un hotel.
Según el abogado Marano, la justicia argentina consideró que los hechos “habían prescrito”. El defensor adelantó que apelará el fallo. “A mi criterio esto se aparte de la perspectiva de género que la causa debe tener y del involucramiento de funcionarios públicos de alto nivel que amedrentaron a la víctima por años logrando que no denuncie”.
Álvarez, quien actualmente reside en Estados Unidos, había testificado también que el gobierno de Fidel Castro encubría lo que sucedía durante la relación de casi cinco años que mantuvo con el ídolo futbolístico en la isla.