En los días finales de la pre-temporada, en marzo de este 2015, Kendrys Morales me dijo que había hecho una gran preparación y que "nada más necesitaba ver los resultados".
El pasado domingo el slugger de los Reales bateó tres jonrones en la que fue, sin dudas, la mejor jornada de su carrera en las Grandes Ligas. Ese día recorrió 15 bases con su batazos, un récord para la franquicia de Kansas City.
Tras el histórico juego en que los Reales vencieron 10-3 a los Tigres en Detroit, el pelotero cubano sumaba 105 carreras impulsadas. Kendrys va camino de superar los 108 remolques que alcanzó en 2009 junto a los Angelinos de Los Angeles.
Recordemos que Morales llegó a Kansas City en diciembre de 2014 porque el equipo necesitaba sumar "algo" de poder a su alineación. Lo firmaron por dos contiendas y $17 millones. Pero el cubano, a sus 32 años de edad, ha excedido todos los pronósticos y se ha convertido en una pieza crucial dentro de la ofensiva de los Reales.
Todo apunta a que Kansas City va a conquistar la División Central de la Liga Americana. Sólo necesitan ganar tres partidos -desde este martes- para asegurar su boleto hacia la postemporada.
Entonces, para Kendrys Morales, el próximo mes de octubre pudiera ser uno de los momentos más sublimes de su paso por las Mayores. El cubano tiene en sus muñecas la posibilidad de hacer historia: ayudar a los Reales a ganar su segunda Serie Mundial, un título que no logran desde 1985. Ese sería un sello imborrable de su paso por el mejor béisbol del mundo.
No me quedan dudas de que Morales realizó una buena preparación durante la primavera. Ya vemos los resultados.
