Líderes de la Iglesia Bautista de Polonia y de todo el mundo se sumaron a las críticas al régimen de La Habana por retener la ayuda que exiliados cubanos reunidos en la iniciativa “Solidaridad Entre Hermanos” enviaron desde Miami y aún permanece en el puerto de Mariel.
En su apoyo a la iniciativa, el Reverendo Mateo Wichary, presidente de la Unión Bautista de Polonia, mencionó la significación de la palabra “solidaridad” para los polacos, considerando que el grupo sindicalista con ese nombre, Solidarinosc, fue piedra angular del edificio de la democracia en su país.
Fue el movimiento que inició los cambios en la Polonia comunista hace 40 años, dijo. “Para muchos de nosotros no es más que el recuerdo del pasado, por la Gracia Divina”, declaró.
“Estoy muy conmovido de que la solidaridad sea importante en Cuba, entre nuestros hermanos y hermanas en Cuba, quienes carecen de libertad aún reprimidos por un régimen totalitario”, dijo el Reverendo Wichary. “Así que a nombre de vuestros hermanos y hermanas de Polonia, deseo compartir nuestro pensar, nuestra plegaria, al ofrecer nuestro apoyo a ‘Solidaridad entre Hermanos’. Que El Señor les bendiga, que El Señor les de valentía, fortaleza, sabiduría, y su respaldo mundial. Tenemos que permanecer unidos”.
El lunes 10 de agosto, los organizadores de la iniciativa “Solidaridad Entre Hermanos” anunciaron que las provisiones para 15,000 familias cubanas afectadas por la crisis del COVID-19 ya estaban en el puerto de Mariel, pero desde entonces no han llegado a manos de los necesitados porque los servicios aduaneros del régimen las mantienen retenidas.
“Muchos líderes y opositores religiosos en la isla están listos para comenzar la distribución y se han sumado al reclamo de liberación de la ayuda que protagonizan ciudadanos cubanos”, declaró el alcalde de Miami Francis Suárez, y recordó el esfuerzo que hicieron desde amas de casa hasta organizaciones del exilio cubano en la donación y recogida de alimentos para sus compatriotas en la isla.
También exhortó a la comunidad internacional a que se sume al apoyo a civiles y líderes religiosos cubanos en la demanda de liberación de la ayuda humanitaria para que esta pueda ser entregada sin intervención del régimen a las familias cubanas más necesitadas.
Al reclamo del alcalde Suárez se sumó el Muy Reverendo Everton Jackson, director de la Misión Integral de la Alianza Bautista Mundial y representante de la Fraternidad Bautista del Caribe "Christian Baptist Fellowship", que trabajan con convenciones bautistas en la isla.
“En esta época de pandemia, instamos a los gobiernos de Estados Unidos y de Cuba para que trabajen conjuntamente y así asegurarse de que sea entregada toda la ayuda humanitaria, que ciertamente aliviará el sufrimiento del pueblo cubano”, manifestó.
También en Washington, D.C. se sumó a los reclamos el Reverendo Mario Félix Lleonart Barroso, representante del Instituto Patmos fuera de Cuba.
El Pastor Lleonart Barroso dijo que era obvio que Estados Unidos había permitido que los contenedores zarparan hacia Cuba, y que la Administración del presidente Donald Trump cumplía así normas internacionales según las cuales debe darse prioridad al envío de ayuda humanitaria adonde sea necesaria.
Queda en evidencia que no es Estados Unidos el que bloquea al pueblo cubano, sino el mismo gobierno de La Habana al retener ayuda que no le costaría nada al país, porque son donaciones voluntarias que representarían un gran alivio para las familias que la reciban, subrayó el Reverendo Lleonart Barroso.
“Son ahora las voces civiles en Miami y los reclamos religiosos internacionales los que cumplen la norma de Naciones Unidas sobre la responsabilidad de proteger a las poblaciones más vulnerables”, dijo, y pronosticó que al régimen de La Habana le será difícil exigir el levantamiento del embargo en la Asamblea General de la ONU y demostrar que no es el mismo partido comunista el principal bloqueador del pueblo cubano.
En una reciente reunión vía internet en la que participaron líderes religiosos internacionales y exiliados cubanos de diferentes tendencias políticas, el video de la conferencia mostró una joven cubana que hablaba desde la isla.
“Le exijo a la dictadura cubana que entregue la ayuda humanitaria que le mandó el exilio cubano al pueblo de Cuba, ya que Cuba está pasando necesidad y miseria, más aún de la que ya tenemos”, declaró.
Entre tanto, en el Puerto de Mariel no sólo languidecen las donaciones procedentes de Miami. El gobierno comunista ha retenido toda la ayuda humanitaria proveniente de entidades y convenciones religiosas porque no puede diferenciar el origen de los alimentos para poder excluir el envío de Solidaridad Entre Hermanos.