Una de las consecuencias de las decisiones de los gobiernos de Washington y La Habana de restablecer relaciones redundará directamente en el aumento de turistas estadounidenses a Cuba.
Son muchos los factores que incidirán en el incremento del flujo de viajeros, pero no es el tema de este trabajo, el propósito es sugerirle, particularmente a los estadounidenses que viajen a la isla que durante su estancia visiten lugares que no les serán mencionados por los guías, pero a los que ellos pueden acceder sin violar la ley.
En La Habana puede ir a la Iglesia de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre. Allí fue asesinado el joven católico Arnaldo Socorro durante una procesión. Pueden visitar el muelle del qué zarpó el buque español Covandoga con más de un centenar de sacerdotes expulsados por el gobierno revolucionario.
En la capital pueden caminar por la Quinta Avenida y evocar a las Damas de Blanco. Mujeres que, flor en mano, solían ser atacadas por turbas manipuladas por el régimen. Además, pueden recorrer la ruta que transitó el ataúd en el que simbólicamente el castrismo sepultó al Diario de la Marina, a la vez que desaparecía la libertad de prensa.
En Pinar del Río hay lugares de interés. Sandino, un área a la que desplazaron a la fuerza a miles de campesinos con sus familiares. Construyeron pueblos como López Peña y Briones Monto. Otra opción sería visitar los lugares donde fueron emplazados los misiles soviéticos con capacidad nuclear cien veces más poderosos a las bombas detonadas en Hiroshima. El blanco de los misiles fueron varias de las ciudades más importantes de Estados Unidos.
Matanzas tiene mucha historia. Una visita obligada, se puede decir, es la tumba colectiva del cementerio de San José de los Ramos. En ese lugar reposan los restos sin identificar de más de 30 guerrilleros, algunos fusilados y otros muertos en combate.
En esta provincia ocurrió el crimen del Río Canímar. Unos jóvenes intentaron secuestrar la embarcación turística XX Aniversario y, para evitarlo, fueron embestidos por un buque mayor causando la muerte de 56 personas.
Las Villas tiene numerosos lugares históricos. En La Ceiba, la dictadura masacró con una ametralladora instalada en un camión a 19 guerrilleros que llevaban más de dos años presos sin haber sido enjuiciados.
Después de viajar un par de horas desde La Habana, puede llegar a Santa Clara, ir al antiguo Teatro del regimiento, luego nombrado Abel Santa María, lugar donde juzgaron a más de un centenar de personas, la mayoría campesinos. Cinco fueron fusilados, entre ellos, Porfirio Ramírez, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la provincia. Nunca fueron condenados. La voluntad de un esbirro poderoso, hizo la distinción entre la vida y la muerte.
En Camagüey, podrá visitar los lugares donde estuvieron los campamentos de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP). Millares de jóvenes desafectos al castrismo fueron concentrados en despiadados campos de trabajo. Puede pasear hasta la prisión de Camagüey, donde inició una huelga de hambre hasta la muerte, el prisionero de conciencia de Amnistía Internacional, Orlando Zapata Tamayo.
El Oriente cubano es un punto de referencia de la crueldad castrista, inclusive antes del triunfo de la revolución. Doce días después de la victoria insurreccional, Raúl Castro ordenó el asesinato en masa de 72 personas. Se abrió una zanja con una excavadora y los fusilados caían directamente en la fosa común. En esta región murieron Osvaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero, todos integran la larga relación de crímenes de la dictadura.
A su regreso a Occidente, tiene la opción de ir a la isla de la Juventud. Puede visitar las ruinas del Reclusorio Nacional para Varones de Isla de Pinos, cárcel por la que pasaron en menos de ocho años más de 15.000 prisioneros políticos, una veintena fueron asesinados en un plan de trabajo forzoso en el que el sadismo de los sicarios se manifestaba sin limitaciones, ejemplificado en las miles de libras de explosivos situadas en los cimientos de los edificios.
Al regresar a La Habana visite La Cabaña, conozca los fosos donde cientos fueron fusilados sin proceso judicial y donde la estrella refulgente era la del asesino en serie Ernesto Guevara.
Una visita de gran sentido histórico es a la tumba de Pedro Luis Boitel, líder estudiantil que murió en una huelga de hambre reclamando sus derechos de preso político, aunque quizás opte por navegar al punto donde fue hundido el Remolcador "13 de Marzo", un crimen que causó la muerte de 41 personas, incluidos diez niños.
Como habrá podido apreciar, hay muchos lugares de extremo interés que puede visitar, pero se le puede asegurar que hay muchos más de los descritos, algunos que este servidor no conoce.