Buscando una imagen turística a su centenario puerto, punto de salida de las flotas con riquezas del Nuevo Mundo hacia España, La Habana festejará el domingo los 495 años de su fundación, adelatándose al día en que la rada deje de ser comercial.
"Vamos a celebrar el 495 aniversario de la ciudad mirando al mar y ojalá los 500 años podamos celebrarlos con una gran fiesta en la Bahía", dijo a la prensa el arquitecto Orlando Inclán, refiriéndose a la magnitud de las obras de construcción que se ejecutan en la zona del puerto de La Habana.
Inclán es uno de los responsables del "Proyecto de Reanimación de la Avenida del Puerto", considerado el más ambicioso de los que ha emprendido el historiador de La Habana, Eusebio Leal, desde que fue designado en 1981 al frente de la restauración y conservación de la ciudad.
Ese plan, que incluye la reconstrucción de inmuebles y la instalación de nuevas redes eléctricas, hidráulicas, de gas y comunicación, todas soterradas, forma parte de la transformación del puerto, que durante cinco siglos centró el tráfico de mercancías en La Habana, tarea que asumirá en un futuro cercano el megapuerto de Mariel, 45 km al oeste de la capital.
Además de su costa a La Habana Vieja, la Bahía de la Habana de 5,2 km cuadrados de espejo de agua y una profundidad media de nueve metros, tiene en sus orillas los castillos coloniales del Morro, la Cabaña y la Punta, así como los barrios de Casablanca y Regla.
Desde 1998 otras oficinas del gobierno comenzaron un programa de descontaminación de la ensenada, que va recobrando poco a poco sus especies marinas y la visita de gaviotas y otras aves.
Considerada una de las zonas más bellas del centro histórico de la capital, de 2,2km cuadrados y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1982, la avenida bordea una parte de la Bahía de La Habana, que quedará reservada para cruceros.
Inclán asegura que una caminata por la Bahía, al compás de la suave brisa del mar, será uno de los mayores atractivos que ofrecerá la ciudad cuando concluya en 2015 la primera etapa de las obras en la Avenida del Puerto.
Entre ellas sobresale la construcción del Paseo Marítimo de Paula, que se levanta frente a la Alameda de Paula, el primer paseo marítimo que tuvo la ciudad, construido en 1777, al que se adicionará un espigón flotante de 156 metros, que penetrará 76 metros hacia el interior de la rada.
"Será el primer paseo marítimo dentro del mar" de La Habana y andar por él "será como caminar por la bahía", dijo Inclán a la AFP.
Cuatro pasarelas conducirán al espigón, que contará con iluminación, mobiliario urbano y llegará hasta la cervecería belga inaugurada en abril en el antiguo "Almacén de la Madera y el Tabaco" del puerto, según el proyecto.
Fuera de la zona del puerto, la oficina de Leal trabaja en la reparación general del emblemático Capitolio Nacional, inaugurado en 1929, y en un hotel cinco estrellas, que administrará el grupo suizo Kempinski Hotels en la antigua Manzana de Gómez, frente al Parque Central de La Habana.
Hay que dar una oportunidad para que en estos cinco años se haga un esfuerzo valeroso por La Habana contra viento y marea, que no puede ser sólo el de pintar fachadas
En el último año, la oficina de Leal entregó una veintena de obras en la Habana Vieja, entre ellas el mítico Sloppy Joe's bar, frecuentado por estrellas de Hollywood durante la ley seca en Estados Unidos (1920-1933), y el Teatro Martí, una joya arquitectónica cerrada para su restauración desde 1977.
Pero Leal, de 72 años, insiste en que el próximo quinquenio exigirá grandes esfuerzos para continuar la obra que inició hace más de 30 años.
"Hay que dar una oportunidad para que en estos cinco años se haga un esfuerzo valeroso por La Habana contra viento y marea, que no puede ser sólo el de pintar fachadas", pues "serían sepulcros blanqueados", dijo Leal a la prensa al abrir el lunes los festejos por el nuevo aniversario de la ciudad.