A continuación, un editorial que refleja la opinión del gobierno de Estados Unidos:
El 16 de julio, mientras los representantes de la Federación Rusa se preparaban para inaugurar una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre "Cooperación multilateral para un orden mundial más justo, democrático y sostenible", más de 50 Estados miembros de la ONU, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea, emitieron una declaración conjunta condenando la temeridad de Rusia al liderar este evento.
"En el contexto de su brutal guerra de agresión contra Ucrania", dijeron en el comunicado, "el tema de debate es otra clara demostración de la hipocresía de Rusia".
En 1959, la Unión Soviética presentó a las Naciones Unidas una "estatua de bronce de un hombre, convirtiendo su espada en una reja de arado, transformando un arma de guerra en una herramienta para el bien común, priorizando la seguridad alimentaria y la prosperidad agrícola sobre la destrucción", dijo la representante permanente de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield. "Y por lo tanto, es irónico que hoy, el mismo país que erigió esta estatua, esta declaración de los ideales de la ONU, esté involucrado activamente en una guerra de agresión contra su vecino".
"Es una guerra que ha convertido los alimentos en un arma, empeorando la inseguridad alimentaria no solo para los ucranianos, sino para decenas de millones de personas hambrientas en todo el mundo”, subrayó.
Añadió que es "una guerra que ha dañado gravemente la producción de energía de Ucrania, amenazando con dejar a cientos de miles de personas a la intemperie este invierno”.
"Es una guerra que ha matado a miles de personas inocentes, incluidas docenas la semana pasada en un hospital pediátrico de Kiev. Una guerra que ha facilitado el traslado ilegal de miles y miles de personas de sus hogares, incluidos niños”, declaró. "Y una guerra que ha provocado que Moscú abordara políticas riesgosas acerca de armas nucleares y violara sus obligaciones internacionales de sanciones".
"La hipocresía mostrada en el Jardín Norte de las Naciones Unidas, por una nación que ha optado por convertir las rejas de arado en espadas, solo es comparable con la hipocresía que ha demostrado en este mismo Consejo hoy y todos los días", dijo la Embajadora Thomas-Greenfield.
"Hoy nos reunimos bajo el pretexto de abrazar y mejorar el multilateralismo; de volver a comprometerse con el derecho internacional. Y, sin embargo, mientras hablamos, Rusia sigue erosionando la confianza en nuestras instituciones, al tiempo que viola deliberada y flagrantemente los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas: la integridad territorial. Respeto a los derechos humanos. Cooperación internacional", afirmó.
"Estados Unidos acoge con beneplácito la oportunidad de reunirse para discutir este grave asunto de la paz y la seguridad internacionales y la cooperación multilateral", dijo la Embajadora Thomas-Greenfield, "incluso si fue convocado por un miembro del Consejo que ha demostrado una y otra vez que no toma este asunto en serio".