¿Pueden ser los libros breves importantes para entender conflictos bélicos tan complejos como el que hoy nos ocupa, la guerra entre Rusia y Ucrania, con la implicación de Europa y de China? Sí, por supuesto, y este libro así lo ilustra con el pensamiento y el análisis agudo del autor, basado en buena medida de su estancia en Rusia durante décadas.
Rafael Poch-de-Feliu (Barcelona, 1956) fue -como ya he señalado en el podcast La Libertad es una Librería- treinta y cinco años corresponsal internacional, la mayor parte de ellos (1988-2008) en Moscú y Pekín para La Vanguardia. En los años setenta y ochenta estudió historia en Barcelona y en Berlín Oeste, fue corresponsal de Die Tageszeitung y corresponsal itinerante en Europa del Este (1983-1987). Ha sido colaborador ocasional de la edición española de Le Monde Diplomatique y de la revista DuShu de Pekín, autor de varios libros de sobre Rusia y China, ha sido profesor de relaciones internacionales de la UPF en Barcelona y de la UNED. Colaborador de Ctxt bajo el epígrafe de “Imperios Combatientes”, mantiene el blog rafaelpoch.com. Añado todo este texto de la contraportada de su libro para ser más objetiva con su biografía.
El análisis de Poch-de-Feliu se sitúa en la posición del investigador, no indiferente emocionalmente, pero sin desear, con toda evidencia, implicarse de un lado u otro. De hecho, su registro de lo ocurrido se basa en que todos, cada parte, poseen un nivel importante de responsabilidad, o culpabilidad, que no debemos desdeñar. Y, no estudia el proceso que condujo a la invasión y posterior guerra desde la inmediatez de la actualidad, sino de la historia misma de ambos países, aunque no únicamente debido a su relación entre ambos, sino también, como es lógico entre esos países con Europa y con China.
La profundidad de su análisis no conlleva a que dudemos, sólo moviliza nuestra razón a que estemos informados y seamos responsables con esa información y una vez con ella hagamos nuestras propias búsquedas y lleguemos a conclusiones personales como lectores.
Sí, es un libro breve, pero muy valioso, porque nos adentra sin a priori, y desde una extrema libertad, porque nos permite siempre imponer nuestros criterios y compararlos con los suyos que son sabios.
En algunas entrevistas, el autor manifiesta lo siguiente: «Esta guerra es una pérdida de tiempo para la humanidad».
Y en abril del 2022, a una pregunta-comentario, dejó claro que:
"Parece que las negociaciones avanzan, pero Rusia muestra versiones equívocas porque sigue bombardeando el norte de Ucrania. ¿Cree que Moscú va en serio?
A mí me parece que es el principio del principio. La negociación seria empezará cuando la situación militar se consolide y, de momento, no lo está en absoluto. No sabemos con exactitud los planes de Moscú ni cuándo considerará que un mínimo de ese plan se ha cumplido. ¿Se trata de unir Donbás con Crimea o es algo más? No lo sabemos. Y luego están los problemas que tiene que afrontar la propia Ucrania que también son enormemente complejos. Hasta que no llegue esa aclaración, hablar de negociación es un poco prematuro. No soy partidario de entrar en el análisis pormenorizado de un acuerdo provisional. Más bien creo que la negociación no ha empezado y puede cambiar mucho en sus términos."
Y hacia el final de la misma entrevista, considera alertarnos de nuevo sobre el papel de China en este conflicto, lo que muy pocos se han detenido a observar, teniendo mayormente en cuenta a la OTAN y a Estados Unidos, obviando al gigante asiático.
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