Hace más de 15 años que vengo oyendo la misma cantaleta. Las encuestas dicen que a los jóvenes cubanoamericanos no les interesan las cosas de Cuba como a sus padres. Agregan que ellos están mucho más dispuestos a dialogar con los hermanos Castro que el exilio histórico.
Dicen que el día va a llegar en el cual se pueda hablar de tener relaciones con la Cuba comunista y nadie en la comunidad va a chistar.
Eso es lo que dicen las encuestas. Todas enfatizan que los que vinimos en las primeras tres décadas del exilio todavía soñamos con ver una Cuba sin los Castro. Ojalá que eso se convirtiese en realidad. Pero va a ser difícil.
Sin embargo, hay algo que las encuestas no recogen. Y eso es el interés por ver a una Cuba libre de muchos cubanoamericanos de las nuevas generaciones. Ellos mantienen contacto con los disidentes en Cuba y están al tanto en lo que acontece a diario en el país donde nacieron sus padres.
Algunos de estos muchachos fueron a protestar en la Cumbre Hemisférica celebrada en Panamá recientemente. Fueron allí a protestar la presencia de Raúl Castro. Allí recibieron una buena pateadura de parte de los agentes de Seguridad del Estado del Gobierno de Cuba.
A Orlando Gutiérrez, secretario general del Directorio Cubano Democrático le partieron una pierna de la pateadura que le dieron. Gutiérrez, no ha cumplido 50 años todavía, y es miembro de una organización que el mes pasado celebró 25 años de lucha en contra del comunismo en Cuba y a favor de los Derechos Humanos y la democracia.
La semana pasada el Directorio celebró sus 25 años de lucha con una cena a la cual fueron más de 300 personas. Ellos fueron a aplaudir lo que el Directorio y otros jóvenes y viejos continúan haciendo en pro de la democracia en Cuba.
El Directorio tiene una oficina en el sur de la Florida con ocho a 10 personas trabajando a tiempo completo. El resto de los que van a su sede regularmente son voluntarios.
Ellos monitorean las actividades de los disidentes en Cuba y preparan cinco horas de programación radial que difunden por onda corta diariamente hacia Cuba. Cuba odia a Radio República tanto como a Radio Martí, entidad pagada por el Gobierno de Estados Unidos.
El Directorio es una organización no lucrativa que recibe fondos de varias fundaciones y organizaciones privadas. Entre sus contribuyentes está el National Endowment for Democracy (NED); y el Republican International Institute. También reciben donaciones privadas.
En una reunión el 23 de octubre, Carl Gershman, del NED, le dijo a los miembros del Directorio: "Debemos hacer todo lo posible porque la dictadura cubana no se salga con la suya en cuestiones de los Derechos Humanos".
Por eso es que miembros del Directorio –entre ellos Gutiérrez– fueron a Panamá. Fueron a protestar que en la cumbre no se hablase de Derechos Humanos en Cuba.
Y eso fue lo que le molestó a Raúl Castro que fue a darle un apretón de manos al presidente Barack Obama. Por supuesto, esto delante de todos los fotógrafos allí presentes.
Al Gobierno de Obama le importa poco los Derechos Humanos en Cuba. Ya lo ha aclarado el Departamento de Estado, tanto en Washington, como en La Habana.
Por eso los guardaespaldas de Castro se dieron gusto repartiendo piñazos y patadas a los exiliados que pedían que se hablase de los Derechos Humanos en Cuba en la Cumbre de Panamá.
A Gutiérrez le partieron una pierna. Los Derechos Humanos en Cuba sufrieron una paliza mucho mayor y con repercusiones para el futuro.
Guillermo I. Martínez reside en el sur de la Florida. Su email es: Guimar123@gmail.com.