Muchos observadores de la situación cubana, en particular aquellos que le prestan una particular importancia a la gestión de Fidel Castro, afirman que el ex gobernante cubano tiene la facilidad de afectar en alguna medida a sus compañeros de faena, criterio que reafirman con la enfermedad de Hugo Chávez.
Cierto, aun en un apretado recorrido y sin entrar en una amplia investigación, es fácil notar que muchos de los aliados de Fidel Castro desaparecieron, a pesar de ser más jóvenes, en muchos casos, por su asociación con el castrismo o por problemas de salud.
Dos de los individuos más próximos a Fidel Castro, Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara, desaparecieron de escena de manera violenta y sospechosa, en las que no se descarta haya jugado un rol importante la voluntad de quien los llevó a la fama.
Otros tres, entre muchas personalidades importantes del régimen, cayeron por la propia voluntad del eterno dictador: los generales Arnaldo Ochoa, fusilado, José Abrantes, una muerte oscura y Antonio de la Guardia, fusilado.
Camilo Cienfuegos se esfumó. Según la versión oficial el avión desapareció, en pleno vuelo. Otras versiones culpan a los hermanos Castro de su muerte. El caso de Guevara es mucho más conocido. Cayó en Bolivia y para muchos analistas, su muerte fue la consecuencia del abandono y la desidia de su patrocinador.
El general Omar Torrijos Herrera, un firme aliado de Fidel Castro, que le visitó en varias ocasiones, y siempre defendió el proceso político de la isla en los foros internacionales, gobernó Panamá por trece años con mano de hierro. Llegó al poder por medio de un golpe militar, que legitimó con elecciones y una constituyente que lo calificó de Líder máximo de la Revolución Panameña.
Este militar populista, que antes de morir dejó el poder, designando a su sucesor, mantuvo el control de la Guardia Nacional. Torrijos era también un militar carismático, con proyección internacional en lo que guarda un parecido con Hugo Chávez. La muerte le encontró en un accidente aéreo que nunca ha sido esclarecido. Unos afirman que fue un accidente y otros, un sabotaje al avión que lo transportaba.
Otro personaje próximo a Fidel Castro, fue el general Manuel Antonio Noriega. El dictador, heredero de Torrijos. Durante los seis años que gobernó Panamá, fue uno de los mayores colaboradores del totalitarismo insular, creando condiciones para que el régimen de los Castro hiciera o deshiciera a su conveniencia, su cercanía al castrismo entre otras actividades ilícitas le costó caro. Fue derrocado por una invasión de Estados Unidos a pesar de su bravuconería, y guarda prisión desde el año 1989.
El general peruano Juan Velasco Alvarado, otro militar golpista de claras tendencias populistas, estableció estrechas relaciones con el gobierno de Cuba y la Unión Soviética, donde compró grandes cantidades de armas. Su gestión gubernamental fue un fracaso, particularmente en el aspecto económico. Su parecido con Hugo Chávez, incluida las pretensiones de refundación nacional, es evidente.
Velasco Alvarado, al igual que Chávez se enfermó en el poder. Le amputaron una pierna y fue derrocado dos años después por sus propios compañeros de armas.
Salvador Allende, mandatario chileno muerto en el ejercicio de sus funciones, fue uno de los primeros defensores de régimen castrista. Con frecuencia viajaba a Cuba y durante su mandato contó con la estrecha colaboración de la dictadura de La Habana. Castro visitó Chile durante un mes. La presencia de la inteligencia, los asesores militares y de gobierno y el cuerpo diplomático cubano, eran de proporciones gigantescas. La intromisión cubana en los asuntos chilenos tiene mucha similitud con la que tiene lugar en la Venezuela de Hugo Chávez.
Hasta África, llega la mala sombra de Fidel Castro, como pudieran decir los supersticiosos. Varios dirigentes de ese continente, próximos al dictador cubano, fueron entrampados en su embrujo, por usar un término que no es fácil razonar.
Antonio Agostinho Neto Kilamba, primer mandatario angolano y líder del Movimiento Popular de Liberación de Angola, enfermó de gravedad y falleció en Moscú.
Otro de los clientes de Castro en África. Mengistus Haile Mariam, impuso un régimen tan cruel en Etiopia, que fue derrocado y encontrado culpable de genocidio por un tribunal de su país.
El Cambio de Cabezas de Fidel Castro ha sido muy efectivo. La antropóloga Mercedes Sandoval basándose en información de la religión Yoruba, dice que hay individuos que le roban la energía a otras personas, el Eleda o Ángel Guardián, y que en virtud a esa habilidad, ellos sobreviven cuando los otros mueren o enferman.
Afirmaba un creyente de los poderes extraterrenales, que los demonios particulares del déspota cubano son tan poderosos, que la Unión Soviética y todo el bloque socialista desapareció, y su régimen sobrevivió. Apuntaba que si era cierto que la casi totalidad de los jerarcas del Kremlin y sus satélites, eran mayores que el dictador en jefe, y en consecuencia tenían serios problemas de salud, no era de esperar que esos gobiernos se esfumaran, tal y como ocurrió.
En lenguaje popular, Fidel Castro, tiene un mal de ojos que es particularmente sensible con sus compañeros de ruta, lo que se confirma, aun entre los más escépticos, con la enfermedad de Hugo Chávez.
No hay dudas de que el gobernante venezolano es el dirigente político extranjero más próximo a Fidel Castro. Chávez informaba al mundo sobre la enfermedad de su mentor cuando el gobierno de Cuba guardaba silencio. Viajaba a la isla con frecuencia, se entrevistaba con Castro y se tomaban fotos juntos, cuando otros mandatarios no contaba con el beneficio de compartir con El Brujo que los ha encantado.
Por esa proximidad podría cursar el maleficio, y sino que lo digan desde lo desconocido, los aliados que Fidel Castro ha despedido.
La mala sombra de Fidel Castro
La antropóloga Mercedes Sandoval basándose en información de la religión Yoruba, dice que hay individuos que le roban la energía a otras personas, el Eleda o Ángel Guardián.