Los opositores pacíficos Raúl González Manso y Niursi Acosta amanecieron con el exterior de su vivienda lleno de chapapote. Todavía no tienen claro quién pudo hacer semejante barbaridad, pero sospechan que fue una orden de la policía política.
El matrimonio de Vueltas, al norte de la provincia de Villa Clara, intentó poner una denuncia por escrito en dos estaciones de policía cercanas (las de Camajuaní y la de su propia localidad) sin éxito alguno. No fueron atendidos por las fuerzas del orden debido a su condición de disidentes del régimen de partido único, un estigma que arrastran desde hace algunos años. En la clasificación que sobre ellos existe en las comisarías aparecen las iniciales CR, que significa “contrarrevolucionarios”.
Lo más llamativo del acto vandálico ocurrido con nocturnidad, es que también la vivienda contigua de sus vecinos fue impregnada de la pasta negra que se utiliza para reparar el asfalto. González Manso y su esposa (tienen en casa niños pequeños) no saben a ciencia cierta si la casa de sus vecinos fue ultrajada por error o intencionalmente para crear la discordia.
“Nos llevamos muy bien, nunca hemos tenido problemas como vecinos”, dice González Manso vía telefónica a la redacción de martinoticias.com.
Estas personas, un matrimonio cuyos nombres no trascendieron en la conversación, trabajan en la prisión de Guamajal, en la cabecera provincial de Santa Clara. Él es custodio de los reos y ella enfermera. Los vecinos también intentaron cursar la denuncia sin éxito.
Con teléfonos “pinchados”
Raúl González Manso y su esposa Niursi hablan con Radio Martí a menudo. Lideran un proyecto socio-cultural denominado “Amigos de la Rosa Blanca” que funciona en los alrededores de su localidad y se encarga de llevar abastecimientos a ancianos y niños pobres.
Ambos han denunciado el acoso por parte de la policía política, incluso en momentos en que realizan sus actividades con personas necesitadas y aseguran que sus teléfonos están intervenidos por la denominada Seguridad del Estado.
Este último domingo, Niursi viajó a la capital para marchar junto a las Damas de Blanco y se salvó milagrosamente de ser detenida. Sin embargo, comenta a este periodista, tres de sus colegas y activistas de “Amigos de la Rosa Blanca” continúan incomunicados en una prisión de tránsito conocida como “El Vivac”, en La Habana.
Son ellos José Lino Ascencio López, ex preso político que estaba en la lista de los 53 prisioneros negociados por el presidente Barack Obama; Carlos Michael Morales Rodríguez, periodista ciudadano; y Sander Reyes Machado.
En el momento de la conversación telefónica con esta redacción, los activistas llevaban 72 horas sin que sus familiares supieran de ellos.
Raúl y Niursi limpiaron el chapapote temprano en la mañana, ante la vista de los menores de ambas viviendas que estaban muy asustados. No es la primera vez que este hecho vandálico ocurre. La primera fue en 2013 y también el matrimonio lo denunció ante los medios de prensa de asuntos cubanos que se editan en el exterior del país.