Las edificaciones en La Habana no son las únicas en el país que urgen una restauración inmediata, aseguran residentes en las provincias de Santiago de Cuba y Villa Clara que han visto como cada día las ciudades muestran mayor deterioro.
Las instituciones del Gobierno no toman acciones para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, dice el activista Ovidio Martín, residente en Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante de la isla por su extensión territorial.
A juicio de Martín también los santiagueros están en peligro de que una pared o un balcón les caigan encima y todo se debe a que hace muchos edificios fueron construidos en el siglo XIX y XX y nunca se les ha hecho una restauración "como debe ser", señaló.
En Santiago de Cuba hay una oficina encargada de la restauración del patrimonio cultural, pero los resultados del trabajo solo se advierten cuando hay celebración de fechas como el 26 de julio "que pintan y arreglan el casco histórico".
La ciudad está en ruinas y ofrece una imagen de miseria y desolación tremenda, senaló Martín, quien nació después de 1960 y nunca ha visto que las instituciones gubernamentales tomen empeño en reconstruir la ciudad ni reparar los edificios patrimoniales "como debe ser".
Ridel Brea, reportero ciudadano de 23 años y residente en Santiago de Cuba, también siente el dolor y la tristeza por el estado calamitoso que ofrece la ciudad pero en su caso solo se limitó a captar las imágenes durante un recorrido que hizo hace unas semanas atrás por la ciudad. Para él las palabras sobran…
También en Sagua La Grande, al norte de Villa Clara, hay fuertes evidencias de que no solo la capital necesita ser reconstruida de inmediato, dijo a martinoticias.com Didier Martínez quien en los últimos días ha publicado imágenes de la localidad con casas que se han derrumbado o están a punto de hacerlo y presentó las condiciones de vida de una madre soltera que "vive con dos menores en una casa que en cualquier momento le puede caer encima".
"Ella lleva más de dos años haciendo todo tipo de gestiones ante las oficinas del Gobierno y siempre le dicen que le van a resolver su caso pero el tiempo pasa y no hay solución", senaló el reportero.
En Sagua La Grande no hay barrios exclusivos con viviendas nuevas y bien reparadas.
"Nada más caminas por las calles alejándote del centro del pueblo y ves una cuartería a punto de caerse que tiene al lado una casa de mampostería resistente y bien hecha", señaló Martínez.
El activista considera que en Sagua 'la clase' que tiene relaciones con el Gobierno sí puede arreglar sus casas porque es 'el socialismo el que camina'.
Son los "pobres" los que van a continuar enfrentado el peligro del derrumbe o la posibilidad de dormir a "cielo raso", porque el gobierno lo énico que hace es engañarlos, señaló Martínez.
Pero la angustia de despertarse en medio de un derrumbe no solo consume a la gente en La Habana, Sagua la Grande o Santiago de Cuba, por citar algunas ciudades. Como una evidencia de que el país se está cayendo en pedazos y el pasado 22 de mayo en Holguín un blog oficialista informó que una mujer resultó herida en el derrumbe parcial de dos casas en pleno centro de la ciudad.
Las instituciones del Gobierno no toman acciones para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, dice el activista Ovidio Martín, residente en Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante de la isla por su extensión territorial.
A juicio de Martín también los santiagueros están en peligro de que una pared o un balcón les caigan encima y todo se debe a que hace muchos edificios fueron construidos en el siglo XIX y XX y nunca se les ha hecho una restauración "como debe ser", señaló.
En Santiago de Cuba hay una oficina encargada de la restauración del patrimonio cultural, pero los resultados del trabajo solo se advierten cuando hay celebración de fechas como el 26 de julio "que pintan y arreglan el casco histórico".
La ciudad está en ruinas y ofrece una imagen de miseria y desolación tremenda, senaló Martín, quien nació después de 1960 y nunca ha visto que las instituciones gubernamentales tomen empeño en reconstruir la ciudad ni reparar los edificios patrimoniales "como debe ser".
Ridel Brea, reportero ciudadano de 23 años y residente en Santiago de Cuba, también siente el dolor y la tristeza por el estado calamitoso que ofrece la ciudad pero en su caso solo se limitó a captar las imágenes durante un recorrido que hizo hace unas semanas atrás por la ciudad. Para él las palabras sobran…
También en Sagua La Grande, al norte de Villa Clara, hay fuertes evidencias de que no solo la capital necesita ser reconstruida de inmediato, dijo a martinoticias.com Didier Martínez quien en los últimos días ha publicado imágenes de la localidad con casas que se han derrumbado o están a punto de hacerlo y presentó las condiciones de vida de una madre soltera que "vive con dos menores en una casa que en cualquier momento le puede caer encima".
"Ella lleva más de dos años haciendo todo tipo de gestiones ante las oficinas del Gobierno y siempre le dicen que le van a resolver su caso pero el tiempo pasa y no hay solución", senaló el reportero.
En Sagua La Grande no hay barrios exclusivos con viviendas nuevas y bien reparadas.
"Nada más caminas por las calles alejándote del centro del pueblo y ves una cuartería a punto de caerse que tiene al lado una casa de mampostería resistente y bien hecha", señaló Martínez.
El activista considera que en Sagua 'la clase' que tiene relaciones con el Gobierno sí puede arreglar sus casas porque es 'el socialismo el que camina'.
Son los "pobres" los que van a continuar enfrentado el peligro del derrumbe o la posibilidad de dormir a "cielo raso", porque el gobierno lo énico que hace es engañarlos, señaló Martínez.
Pero la angustia de despertarse en medio de un derrumbe no solo consume a la gente en La Habana, Sagua la Grande o Santiago de Cuba, por citar algunas ciudades. Como una evidencia de que el país se está cayendo en pedazos y el pasado 22 de mayo en Holguín un blog oficialista informó que una mujer resultó herida en el derrumbe parcial de dos casas en pleno centro de la ciudad.