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Las contradicciones armónicas de Mariela Castro


Pero también está marcando puntos para su casta, prestándole un servicio de humanización y actualización de imagen comparable al que prestó a la anquilosada realeza británica la carismática Princesa Diana.

Habría que ser un poco cuadrado de mente para negar que Mariela Castro representa hoy, con respecto a los jerarcas de su casta verdeolivo, una ruptura generacional. Una ruptura política, ya son otros cinco pesos.

Cuando aplaude socarronamente el involuntario pase a retiro de su famoso tío; cuando enarbola los derechos de los homosexuales, desfila con ellos y se atreve a decir que hay que investigar lo que ocurrió en las UMAP; cuando se toma la licencia de visitar públicamente la Zona Roja de Ámsterdam y reconocer que en Cuba hay quien paga con un rato de sexo un servicio de plomería o albañilería; cuando acepta el desafío de exponerse en Twitter, y sostener una breve ciber-escaramuza con la habitualmente ninguneada oposición, Mariela está marcando diferencias con la generación que todavía ocupa todos los cargos claves del poder en Cuba. Pero también está marcando puntos para su casta, prestándole un servicio de humanización y actualización de imagen comparable al que prestó a la anquilosada realeza británica la carismática Princesa Diana, desde que se convirtió en su oveja negra.

Así, Mariela le dice al mundo que los problemas de Cuba no tienen que ver con la perdurabilidad de la casta verdeolivo -de la cual, después de todo, es una de los más prominentes herederos- sino con los resabios propios de la edad en sus fundadores, que les impedirían pensar y actuar a tono con los tiempos.

Pero por debajo del carisma y la aparente tolerancia asoma la pezuña de la especie: en el más ortodoxo estilo de su tío, Mariela se defiende llamando "parásitos despreciables" y con un guión "predeterminado por sus empleadores", a quienes aprovechan su incursión en la democracia virtual de Twitter para hacerle preguntas sobre las cuáles la Primera Hija, o no tiene respuestas, o no las da, por no matarse solita como Chacumbele. Y luego manda a estudiar con arrogancia a la multipremiada fundadora de la blogósfera alternativa cubana, Yoani Sánchez.

Que Mariela sólo tiene con su clase lo que algunos marxistas llamaban contradicciones armónicas, pueden ilustrarlo sus enfoques selectivos y utilitarios al frente del Centro Nacional de Educación Sexual, CENESEX.

En un trabajo titulado "De Casa Marina a Casa Mariela", publicado por Diario de Cuba, la líder de la Red Feminista Cubana, la escritora exiliada Ileana Fuentes, se refiere al cambio que experimentó el CENESEX cuando la hija de Raúl Castro relevó en su dirección a la sexóloga alemana Monika Krause. Apunta Fuentes que, de una visión docente e informativa, encaminada a prevenir la promiscuidad precoz, los embarazos no deseados, el abuso doméstico y las prácticas sexuales peligrosas, la entidad giró hacia la defensa de los derechos de los homosexuales, mayormente hombres, y no de todos, sino de los interesados en una operación de cambio de sexo. Agrega que tras una gran comparsa "de carroza" comenzó a divulgarse la noticia de dicho procedimiento, que en 2008 se realizó en el primero de un centenar de aspirantes.

Para Fuentes, ésta fue una estrategia dirigida a apoyar y ampliar el turismo médico. El periodista independiente Juan González Febles lo visualizaba así en Cubanet en 2006:

"Los gays de la Isla comenzarán a ser intervenidos para cambiar definitivamente de sexo (…) será necesario llenar un espacio de experiencia para dar forma a un procedimiento quirúrgico novedoso en Cuba. En otras palabras, habrá que practicar. Los gays están ahí. Manos a la obra. Ignoro a cuántos habrá que operar hasta depurar el procedimiento. Quizás sean decenas, quizás baste con un centenar (…) Al final, los dañados, al cesto, y quedará un alegre contingente de mujeres recicladas (…) Después de este logro inicial, cierro los ojos y veo al Comandante Chávez, emocionado, liderando (…) la 'Operación Mariposa Latinoamericana'. Esto aportará divisas convertibles. Habrá seminarios y convenciones y quizás hasta una nueva telenovela".

En Diario de Cuba Ileana Fuentes calcula que, si por una lipectomía del vientre con 3 días de hospitalización cobran en La Habana 2.340 pesos convertibles, y por quitar las arrugas de la cara y cuello, y reducir el tamaño de los senos (con 5 días de hospitalización), 3.045 CUC, la complicada ingeniería anatómica -desde la vaginoplastia hasta diversas cirugías cosméticas y servicios terapéuticos con hasta un mes de hospitalización-- bien puede montarse en los 15.000 cuc, o 16.500 dólares.

La exdecana de Artes Hispánicas de la Universidad de Rutgers ve un objetivo similar en los escarceos de Castro Espín con la prostitución y su publicitada visita a la Zona Roja de Ámsterdam. Dice Fuentes: "se le ocurrió ir a un congreso de sexualidad en Amsterdam, descubrió el Barrio Rojo holandés, y se fascinó. "Admiro la forma que (las prostitutas holandesas) han encontrado para trabajar de una forma digna y darse a respetar", dijo en una entrevista con Radio Nederland en el Centro de Información sobre la Prostitución de esa ciudad. Expresó regocijo por la manera en que se ha "dignificado y hecho valer el trabajo sexual" en ese país, con derechos para las trabajadoras del sexo, cuidados de salud y asistencia contra la violencia. Es más, afirmó que la prostitución "es un trabajo, una opción".

Continúa diciendo la feminista exiliada que Mariela Castro confirma en Amsterdam lo que se sabe hace más de dos décadas: la prostitución ha vuelto a la Isla, y en proporciones industriales. "Y si seguimos el hilo de sus comentarios, el trabajo sexual podría institucionalizarse en Cuba a imagen y semejanza del modelo holandés. El jineterismo se afincará en el firmamento laboral de las cubanas, y Mariela y su CENESEX se encargarán de tramitar su legalización, regulación y éxito".

En otra entrevista a su regreso con medios cubanos, en la que trata de desfacer para la galería interna sus entuertos holandeses, Castro Espín no sólo manifestó su admiración por la experiencia sueca de penalizar a quien compra el servicio sexual, sino que dijo que su CENESEX, la Federación de Mujeres Cubanas y otras organizaciones están a favor de "repetir" esa experiencia en la isla.

Apunta Ileana Fuentes que el timing es perfecto: ahora que el Estado cubano anunció que un millón de obreros estatales irán a la calle, 500 mil de ellos mujeres, "la calle", para Mariela Castro, representa una posibilidad de empleo femenino.

Señala la articulista que, a contrapelo de lo que proclamaba Fidel Castro en sus discursos, en la Cuba del siglo XXI la vida se resuelve mejor siendo prostituta que pediatra, ya que una jinetera puede ganar en tres horas de "trabajo" los 20 ó 25 dólares que se ganan en 140 horas una maestra, una enfermera, o una bióloga cubana.

Pero lo que interesa en última instancia a la casta gobernante no es la dignificación de las jineteras, como afirma Mariela, sino su capacidad de captación de divisas. Un primer paso se dio hace unos meses.

En marzo el reportero Iván Sañudo Pupo, reportaba en el semanario Primavera Digital que el gobierno cubano había decidido otorgar carnets que avalen a las chicas y chicos que acompañan a los turistas extranjeros de visita en la isla.

Según Sañudo, la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) de Centro Habana, estaba entregando el carnet "Acompañante al Visitante", con letras grandes y rojas, que autoriza a las jineteras a acompañar a turistas o amigos extranjeros y pasear con ellos.

Una joven del gremio, Yusmari Arancibia, le explicó al reportero: "Allí no preguntan si somos o no somos jineteras, solamente te hacen el contrato, pagas como tributo 80 pesos moneda nacional todos los meses y ya nos quitamos la persecución de la policía y las condenas de los tribunales". El periodista independiente dice que pudo constatar que muchas jóvenes entre 17 y 25 años de edad de Centro Habana poseían el carnet de "Acompañante al Visitante".

Así que no tendría nada de particular, tal como van las cosas, que se cumpliera esta profecía con la que cierra Ileana Fuentes su artículo en Diario de Cuba:

"A la vuelta de la esquina están las nuevas licencias de trabajo sexual por cuenta propia (…) Se borrará la prostitución del inciso de peligrosidad pre-delictiva donde reza como conducta antisocial (…) Se habilitarán varias Zonas Rojas -no en Pajarito ni en Colón- en Tarará, en Siboney o cerca del Habana Libre; en Playa Larga, Guardalavaca o Cayo Coco (…) Se reivindicará a la gran Marina, la matrona más famosa de Cuba (…) Esta vez, el famoso álbum de fotos será digital y a todo color, en un sitio de Internet: www.casamariela.com".

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