El acuerdo entre las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) y la Federación Cubana de Béisbol (FCB), firmado hace tres años, está basado en grandes falacias.
La primera y principal es aceptar que la Federación Cubana de Béisbol (FCB) sea una entidad no gubernamental en un país donde existe una dictadura totalitaria que lo controla todo.
¿Qué documentos recibió la organización de las Grandes Ligas de Estados Unidos (MLB) que demostrara la autonomía de la organización deportiva de béisbol cubana?
¿Cúal fue la lógica que usaron para convencer al Departamento del Tesoro de Estados Unidos de la independencia de la Federación cubana?
La otra falacia por parte de las Grandes Ligas de Béisbol es su deseo de impedir el tráfico humano que han tenido que enfrentar los peloteros cubanos tratando de llegar a las Grandes Ligas.
Cuando la realidad es que muchos de los jugadores arriesgaron sus vidas para llegar a Estados Unidos en busca de oportunidades profesionales.
También es cierto que otros, a pesar de tener el privilegio de poder obtener una entrada legal, decidieron marcharse a otros países con la esperanza de convertirse en agentes libres internacionales.
Si en verdad este es el tema central, ¿por qué entonces los equipos de las Grandes Ligas de Béisbol han permitido la contratación a los jugadores de béisbol que han salido de la isla de forma clandestina?
A fin de cuentas, solamente las Grandes Ligas puede declarar agente libre a un jugador cubano de béisbol.
Este acuerdo, como existe actualmente, es una farsa que debe revisarse y cancelarse.