Once meses acusado de desacato y hoy ve otra vez La Habana bajo una carta de libertad que le llegó el 13 de marzo, justo el día de su cumpleaños.
El opositor Lázaro Mendoza García, de 54 años de edad, fue liberado sin cargos por las autoridades de la cárcel de Alta seguridad de Guanajay, provincia de Artemisa.
En la mañana de este miércoles, ya en la sede las Damas de Blanco en el barrio habanero de Lawton, Mendoza García habló de su encarcelamiento y reveló incluso testimonios que le ofrecieron reclusos en la prisión de Taco Taco, también en Artemisa, sobre Orlando Zapata Tamayo y los abusos cometidos por oficiales de orden interior contra el disidente que murió en una huelga de hambre el 23 de febrero de 2010.
El 5 de abril de 2016 junto a otros defensores de los derechos humanos -miembros como él del Frente de Acción Cívica “Orlando Zapata Tamayo” (FACOZT)-, se presentó en las instalaciones de la Asamblea Nacional del Poder Popular para protestar y exigir la liberación de los presos políticos cubanos, el cese de los abusos policiales y la implementación de la Ley de Amnistía, como parte de la campaña #TodosMarchamos, que varias organizaciones opositoras convocaron entonces en todo el país.
El activista relató a Martí Noticias el derrotero carcelario que tuvo que atravesar hasta ser liberado. “Estuve en cuatro prisiones, fue en Valle Grande, Taco Taco, el Combinado (el Este) y ahora Guanajay”, recordó el opositor.
Una de las tantas irregularidades que ha tenido su caso, además de ser apresado cuando protestaba pacíficamente y ser acusado de Desacato a la autoridad, es la del dictamen de su carta de libertad.
“El motivo por el que fui liberado dice que por ‘cumplimiento’, o sea, no hubo tal cumplimiento porque yo realmente no fui juzgado bajo ningún tribunal entonces no tuve que cumplir ningún tipo de sanción”, aclara Mendoza.
En la descripción que hizo del documento oficial, expedido por el tribunal provincial de La Habana, Mendoza destaca que su sanción es tipificada como P/P, que significa que es un preso pendiente. “Significa que no tiene sanción”, rebatió.
La cárcel: Un infierno país adentro
Lázaro Mendoza insistió en el hecho de que Zapata Tamayo estuvo en la prisión de Guanajay, había sido trasladado desde Taco Taco y según el relato de algunos reclusos que aún purgan penas allí, recibió maltratos por parte del hoy teniente coronel José Ramón Castillo –que en aquella ocasión era el jefe del establecimiento penitenciario.
“Ese hombre, en contubernio con otros altos oficiales sigue protagonizando actos de barbarie contra otros presos allí. Él fue el que le dio la paliza a Orlando Zapata y allí le dio golpes a dos presos, uno que se llama Noel y otro ‘Julito’, fueron golpeados con tonfas después de haber sido rociados con gas pimienta. Esa actitud hostil es incluso contra sus propios compañeros, él alega que está respaldado por altos oficiales del gobierno”, señaló.
Otro relato refiere al envío por cinco días a celdas de castigo contra los presos Delsis Vives y David Dámaso por escribir una carta donde se quejaban del comportamiento del militar mencionado.
“Estas cosas las conocí por medio de testigos que estuvieron presos allí, que este José Ramón, alias “El Tiburón” le hizo a Zapata. Le quitó el colchón, la ropa, lo tenía en una celda, allí en Taco Taco, que tenía una meseta con cuatro argollas y los amarran allí para que los mosquitos los piquen… después de haberlos escupido, mojados. Lo tuvieron allí toda la noche”.
¿Mientras estuviste allí se lo hicieron a alguno de ellos?
“Sí, allí conmigo estuvo el opositor Aurelio Blanco, que también denunció estos hechos. Este hombre que es teniente coronel demuestra que el gobierno cubano lo tiene allí como un instrumento represivo, no solo a él sino a varios de ellos. En la prisión hay mala atención de salud, porque yo estuve todo este último tiempo en celda de castigo y cuando llaman a los funcionarios porque tienen un dolor se demoran tiempos y tiempos. Eso ha tenido como consecuencia que las personas han sufrido infartos y enfermedades que después han sido irreparables. Eso es así, la mala alimentación, el maltrato que tienen con los presos, los tratan como un animal", relató.
Finalmente Lázaro Mendoza García expresó su agradecimiento a las organizaciones y medios de prensa que llevaron su caso al conocimiento público. Aunque hoy hay más presos políticos que cuando ingresó hace un año a la cárcel, se mantendrá en las calles y “en todos los escenarios donde nuestra voz sea escuchada, que podamos dar un testimonio para que todos esos hermanos también sean liberados como fui liberado yo”.
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