La mayoría de las víctimas de un incendio por la explosión de fuegos artificiales en las Parrandas de Remedios hace casi un mes continúan hospitalizados y algunos de ellos en estado crítico, dijo un medio oficial y testigos consultados por Martí Noticias.
La explosión de fuegos artificiales ocurrió el 24 de diciembre y afectó a 22 personas, entre ellos seis niños de edades entre 11 y 15 años. Al menos 14 de 19 lesionados permanecían hospitalizados, según reportó el 28 de diciembre la prensa estatal.
El evento anual atrae a miles de cubanos y algunos turistas. Los heridos son todos residentes locales.
El diario oficialista Granma actualizó este miércoles un reporte sobre el estado de salud de los ingresados en los hospitales Arnaldo Milián Castro y el infantil José Luis Miranda.
"Evolucionan de manera favorable, de acuerdo al criterio médico, aunque aún no están exentos de riesgos", reportó el medio que citó una fuente médica.
El diario dijo que los niños ya comenzaron a recibir "tratamiento quirúrgico" , mediante el cual se les retira el tejido necrosado y se procede al injerto.
Según el reporte, los adultos Ariel Muñoz Rojas y Luis Miguel Sáez Morales permanecen evaluados en estado crítico extremo, y Lázaro Ángel Méndez González está evaluado de crítico.
Los pacientes César Rivero del Sol, Suniel Sánchez Borges, Humberto Rodríguez García y Julio del Río Díaz están calificados de muy graves; en tanto, Jorge Andrés Ariosa Oliva está de cuidado.
Residentes de Remedios que se quejan de la poca información oficial acerca del suceso que remeció al pueblo, están apoyando a familiares y amigos de las víctimas.
"Muchas personas han dado dinero, ropa, alimentos, el pueblo se está portando muy bien con ellos (...) Particulares alquilaron una guagua con dinero de su bolsillo (para visitar a los enfermos)", dijo Luis Mario Herrera, residente de Remedios.
Dianne Hernández Borroto, también residente de Remedios y vecina de familias afectadas, explicó que "hay una guagua que está saliendo todos los días de frente al barrio de San Salvador, que va todos los días (al hospital) con los familiares y con todo el que quiera ir a verlos".
Esporádicas noticias, la investigación no concluye
Pobladores de Remedios coinciden en que se dice muy poco oficialmente sobre el incidente, que al parecer estuvo ocasionado por el mal estado de los artefactos, que no fueron activados esta vez por artilleros expertos.
"Sacan una nota parece que cuando alguien pregunta demasiado. Eso se ha mantenido ahí, ya es un silencio total", expresó Hernández Borroto.
Hernández Borroto cuestionó una reciente medida estatal anunciada por la radio local, que alude a la creación de un grupo multidisciplinario de expertos que controlarán el lanzamiento de fuegos artificiales en el futuro.
"Siempre tenían que haber sido controlado por expertos y no lo hicieron, porque eso es un riesgo", opinó.
Esta residente dijo que siempre fueron los artilleros del barrio los que lanzaban los fuegos artificiales, pero este año no quisieron tirar. Los que tiraron, aseguró, eran niños de 17, 18 y 19 años.
¿Las razones?
"Porque sabían que los fuegos estaban malos. Los días 15 y 16 se tiró fuegos y no subían, y artilleros viejos dijeron que ellos no iban a tirar porque el fuego estaba malo", expresó.
"Los que tiraron fueron los muchachos (...), en las parrandas de nosotros cualquiera tiró fuegos (artificiales)", explicó.
Herrera reiteró que "el pueblo, los simpatizantes de los barrios fueron los que activaron esos fuegos".
Sobre la investigación en curso anunciada en diciembre por las autoridades locales, el propio Herrera dijo: "Se comenta que se está investigando, pero hasta ahora no ha habido resultados, ni respuesta de qué fue lo que pasó realmente".
Además, Herrera dijo que uno de los niños afectados está de regreso en su casa, algo que los medios estatales no han informado.
"No sé el nombre, pero en el pueblo se estaba comentando ayer (lunes) que le dieron el alta (médica) a un niño ya", aseguró Herrera.
(Con reporte de medios locales y declaraciones a Martí Noticias)
