Con anterioridad a la llegada del comunismo a la isla, los ciudadanos cubanos que deseaban viajar o emigrar a los Estados Unidos recibían el mismo tratamiento que un ciudadano de cualquier otro país y debían realizar los mismos trámites legales.
Después de Castro se produjo un drástico cambio en la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba. En 1966, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley de Ajuste Cubano, que permite a todo cubano que llegue a los Estados Unidos el derecho a obtener la residencia en un año y un día.
No importa si el cubano viene con una visa turista; si cruza la frontera con México; si viene en balsa, todos menos los que hayan sido convictos de un crimen serio, son elegibles para obtener la residencia legal en Estados Unidos. Y cinco años después puede obtener la ciudadanía.
Desde la implementación de la Ley de Ajuste Cubano, cientos de miles de cubanos lograron beneficiarse con esta ley, que Fidel Castro califica “la ley asesina”, y la hace responsable de incentivar las salidas ilegales de ciudadanos cubanos y de las muertes de tantos jóvenes cubanos en el Estrecho de la Florida.
Conozco un matrimonio del Vedado, que desde hace unos días pasa por un momento de alegría y tristeza.
Su hijo José Ángel Pérez, después de un engorroso papeleo para obtener la ciudadanía española, llegó a Miami a través de un tercer país para reunirse con su hermano mayor, y solicitó el amparo de la Ley de Ajuste Cubano.
El joven José Ángel, al igual que sus padres, pensaba que el proceso revolucionario tenía cosas buenas. Siempre mantuvo una foto del Che Guevara cerca de su computadora. Hace unos días un amigo le escribió a Ángel preguntándole por el “capitalismo imperialista”? A lo que José Ángel contestó: “Oye de ping…… lo que nos estamos perdiendo, llevo medio hora cambiando de canales en la televisión de aquí y no he repetido uno, jejeje. He visto una pila de videos en internet, nooo… que contarte, bueno con decirte que el aeropuerto José Martí cabe dentro del aeropuerto de Miami cuarenta veces, y sobre la jama, ahí te envío esta foto comiéndome un suculento bocadito de atún”.
No es un secreto que la Ley de Ajuste Cubano ha sido una cura para millones de cubanos. Bajo su protección, muchos encontraron un excelente nicho de libertad y prosperidad en EEUU, prosperidad inexistente en su hogar nacional
No hace tanto, dos figuras del béisbol nacional cubano, también fueron protegidas por el Ajuste Cubano. Uno, Antonio Pacheco Maso un símbolo del béisbol revolucionario –capitán de los equipos nacionales y fiel depositante de sus medallas beisboleras en las manos de Fidel Castro; y el otro, Gabriel Pierre, otrora estelar tercera base de los equipos orientales de quien se dice fue uno de los que trató de evitar la fuga del equipo de Reinaldo Ordoñez y Edilberto Oropesa en las XVII Universiadas de Búfalo EEUU.
A pesar de que esta ley ofrece a los cubanos que llegan a los Estados Unidos, por cualquier vía, privilegios que no reciben personas de ninguna otra nacionalidad, durante mucho tiempo el régimen castrista ha logrado meter en la cabeza de muchos compatriotas que la Ley de Ajuste Cubano es “mala” y constituye la causa de que los cubanos no cesen de huir en masa de la Isla.
Miles de inmigrantes cruzan la frontera estadounidense en busca de refugio, son migrantes económicos que huyen de la miseria en sus países.
El gobierno cubano clama por la abolición de la Ley de Ajuste. Políticos estadounidenses, como el senador cubano-americano Marco Rubio, quieren derogar la Ley de Ajuste Cubano, argumentando que muchos cubanos que se acogen a la Ley, son emigrantes económicos que regresan a la Isla en cuanto obtienen la residencia.
Cierto que muchos cubanos escapan a Estados Unidos huyendo de la eterna crísis de la economía cubana, pero esta crisis es provocada por una tiranía que comete las más atroces violaciones a los derechos humanos, sufren represión política, control policiaco de todo tipo. En Cuba existe un partido comunista, partido único que se niega a aceptar los preceptos de la democracia.
Miles de cubanos agradecen a la Ley de Ajuste Cubano y a Estados Unidos por darle abrigo y amparo.
Este artículo de León Padron Azcuy fue publicado en el blog La Colmena