Mientras un huracán de oportunidades arranca de raíz a los peloteros cubanos --sin distinción de raza ni edad--, y se los lleva hacia tierras de bonanza, las autoridades deportivas de la Isla se aferran, desde hoy, en desarrollar el campeonato nacional nuevamente con 16 equipos participantes.
Se trata de la Serie Nacional 55, con el partido inaugural entre el actual monarca, Ciego de Ávila, y el subcampeón Isla de la Juventud, un juego con asiento en el estadio de los primeros. Aunque en Cuba es imposible acceder a datos que solo el gobierno maneja, la magnitud de la estampida de beisbolistas se logra ponderar por carácter transitivo: nada menos que el 18 por ciento de los jugadores involucrados desde hoy en los terrenos son novatos.
Allí las cosas continúan haciéndose mal y tarde. El diario Granma publicó la víspera que "que a partir de septiembre próximo comenzarán los trabajos para construir las gradas a lo largo de la parte derecha del estadio de Ciego de Ávila" sin que el reportero oficialista se atreviera a formular la elemental pregunta de ¿por qué en septiembre, cuando habrán iniciado el torneo, y no antes?
Hace dos días, el comisionado de béisbol en Cuba desmintió una versión que pululaba en las redes sociales, nada menos que la posibilidad de que los peloteros cubanos desperdigados a título personal en ligas profesionales serían convocados al equipo nacional. Y, al menos, adelantó cambios a partir de 2016, seguramente para que un calendario más atinado conduzca al titular del patio directamente rumbo a la Serie del Caribe.
NOSTALGIA POR RAISEL
Y aunque derrotado este viernes en las Grandes Ligas, el serpentinero Raisel Iglesias será echado de menos esta noche en el banco de la Isla de la Juventud, cuando su elenco de origen se mida con Ciego de Ávila.
Iglesias (3-6) cargó con el revés, cuando Milwaukee dispuso 5x0 de Cincinnati Reds, pero solo tres carreras fueron al expediente del cubano, que en siete innings ponchó a 10 rivales.
Los avileños, por su parte, tampoco contarán con el outfielder Rusney Castillo (Boston Red Sox) que falló en cuatro turnos contra Mets de Nueva York, pero cuyo average de .296 en el Big Show sería muy superior en el disminuido campeonato de Cuba.
Dos peloteros que militaron con los Industriales, en La Habana --y ahora se pavonean en las Mayores--, sí que batean a sus anchas y serán en breve temas de conversación en las deterioradas butacas del estadio del Cerro.
Kendrys Morales pegó de cuatro-dos, con dos carreras impulsadas (.287) y con 89 está a un paso de la encumbrada cifra de 100 anotaciones producidas. Desde su debut en Norteamérica en 2006, solo lo alcanzó en 2009 (108).
El también capitalino Yunel Escobar, este año con Washington, exhibe un .308 que lo sitúa como 17mo. de los toleteros. Y otra dupla terrorífica emigrada de su provincia está formada por cienfuegueros, Yasiel Puig, de nuevo en la lista de los deshabilitados (allá por mayo se perdió cinco semanas) y José "Pito" Abreu, que con 24 jonrones suma dos menos que el asombroso granmense Yoenis Céspedes.