Cuando la organización de Grandes Ligas daba a conocer en boca de su comisionado Robert Manfred su plan para dar inicio a la mutilada temporada de este año, nosotros dijimos: “hay un plan de Manfred que conocemos pero hay un plan que no conocemos que es el del COVID-19”.
Ya el coronavirus se hizo sentir y los partidos de los New York Yankees con los Phillies de Philadelphia y el primer juego oficial de los Marlins que sería contra los Orioles de Baltimore, ambos, el lunes por la noche, se cancelaron debido al brote de la pandemia.
El actual jefe ejecutivo de los Marlins, Derek Jeter, hizo las declaraciones de rigor en estos casos: “La salud de nuestros jugadores y staff ha sido y seguirá siendo nuestro enfoque primario mientras navegamos en estas aguas inciertas”.
“Después de unos exitosos entrenamientos 2.0, enfrentamos desafíos inmediatamente que tomamos el camino y abandonamos Miami. Posponer el partido inaugural de esta noche fue la decisión correcta para tomarnos una pausa colectiva y tratar de manejar adecuadamente la totalidad de la situación”, declaró Jeter.
Ya son 13 los contagiados del personal de los Marlins después que siete jugadores y dos entrenadores dieron positivos por el virus.
José Ureña, que iba a abrir el partido del domingo, dio positivo junto a tres jugadores más.
La visita de los Yankees a Philadelphia fue cancelada por miedo al contagio a pesar de que el camerino que los Marlins usaron había sido desinfectado.
“Hemos llevado a cabo otra ronda de pruebas para nuestros jugadores y personal y nuestro equipo permanecerá en Philadelphia a la espera de los resultados de esas pruebas, que esperamos más tarde hoy. Proporcionaremos información adicional tan pronto como esté disponible”, aseguró Jeter.
Al parecer nuestro temor de que la pandemia pudiera interrumpir y hasta cancelar esta temporada también es compartido por el comisionado de Grandes Ligas.