Hace varias semanas un funcionario de la dinastía de los hermanos Castro, Gustavo Machín, quien fuera expulsado de Estados Unidos por espionaje y como consecuencia del arresto de la espía castrista Ana Belén Montes, dijo que la dictadura merecía el Premio Nobel de la Paz por su contribución a los diálogos entre el Gobierno de Colombia y las auto identificadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de ese país.
La propuesta del espía reciclado no es precisamente una quimera, porque muchas distinciones internacionales, en particular los nobeles de la Paz y Literatura, han sido conferidos a personas e instituciones no por sus aportes a la humanidad, sino porque han sido políticamente correctos o porque sus obras o gestiones han favorecido a un grupo de interés.
Es muy posible que académicos, políticos, líderes religiosos y más de un premio Nobel, se encuentren promoviendo una campaña a favor de que Raúl Castro, Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño Echeverri, "Timochenko", en representación de la narco guerrillas de las FARC, reciban el preciado reconocimiento, lo que repercutiría negativamente en el prestigio del galardón si el Comité a cargo de concederlo decide otorgarlo a estos personajes.
Veamos algunos detalles de la obra de vida de estos posibles candidatos y algunas de las acciones que le invalidan para una distinción de tanta importancia.
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, a quien se podría considerar el cordero entre dos lobos, ha sido señalado de ignorar, mientras fue ministro de la Defensa del gobierno de Álvaro Uribe, las denuncias de que algunos efectivos militares asesinaban a campesinos y los presentaban como guerrilleros caídos en combate.
El presidente Santos, en la opinión de expertos, está ajustando las leyes del país a conveniencia de las FARC, creando condiciones para un modelo de justicia que podría generar grandes riesgos para el futuro del país.
Por otra parte siempre queda el cuestionamiento si el estado colombiano no ha hecho demasiadas concesiones a quienes pretendieron destruirlo, si se tiene en cuenta, que las guerrillas siempre actuaron contra gobiernos democráticos, representativos de la voluntad popular, y que por demás, las estrategias implementadas por el Gobierno para eliminarlas habían sido muy exitosas.
Para algunos analistas es válida la pregunta, ¿Hubiera sido tan generosa las FARC con las autoridades colombianas, si el gobierno hubiera fracasado en su empeño de neutralizarla?
El otro laureado sería Timochenko, quien tiene a su haber 16 condenas por asesinatos, secuestros, toma de rehenes, desplazamientos forzosos y reclutamiento de niños. Este asesino en serie enfrentaba 182 procesos judiciales de los cuales 106 reseñan cargos por homicidio, también está acusado de estar involucrado en actividades de narcotráfico.
En trece condenas que ha sido dictadas en su contra las penas de prisión ascienden a 448 años, mientras cuenta con un record de ordenes de captura, 141, expedidas por la fiscalía.
No obstante es válido destacar que al menos un gran número de estas impugnaciones han sido suspendidas por la Fiscalía colombiana con el fin de adecuarlas al acuerdo de justicia alcanzado en Cuba en el marco del proceso de paz, sin embargo el propio Fiscal General del país, Eduardo Montealegre dijo que las FARC tiene más de 38,000 investigaciones por acciones contrarias al Derecho Internacional Humanitario y que estas pesquisas podrían ascender a 100,000.
Por supuesto que la joya de este nobel de tres es Raúl Castro, quien en las primeras fotos de ejecuciones en la Sierra Maestra, en pleno periodo insurreccional, aparece vendando los ojos a quienes iban a ser fusilados.
Meses después fue el director en Santiago de Cuba de una ejecución en masa. Ochenta y cuatro personas fueron fusiladas y tiradas a una fosa común. Según informaciones el dictador designado es responsable directo de la muerte al menos de 500 personas, en el primer año de la revolución castrista.
Hay que destacar que el menor de los Castro, transformado en apagafuego, fue coautor de los incendios desestabilizadores que grupos terroristas urbanos y rurales, incluido los colombianos, generaron en todo el hemisferio.
Raúl viajó a la extinta Unión Soviética a negociar la instalación de misiles en Cuba, también está acusado de haber participado junto a su hermano Fidel en actividades vinculadas al tráfico internacional de drogas y fue quien dio la orden final para el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, que resultó en la muerte en aguas internacionales de cuatro jóvenes que cumplían una misión humanitaria.
Por último Raúl Castro es el principal responsable de la violación de los derechos ciudadanos de todos los cubanos, culpable de actos criminales que han afectado seriamente los valores de la nación cubana, en fin, si a estos individuos les confieren el Nobel, no queda otro remedio que concluir que el Crimen si Paga.