La mejoría en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos podría conllevar a una expansión más rápida del puerto sobre el cual la isla caribeña ha apostado gran parte de su futuro económico, dijo el viernes un ejecutivo de la compañía brasileña que construyó la instalación.
El gigante brasileño Odebrecht SA completó hace más de un año la nueva terminal porturaria del Mariel, al oeste de La Habana, con un crédito de 800 millones de dólares del banco estatal de desarrollo brasileño BNDES.
El puerto es visto como un potencial centro comercial de distribución que se abre al Caribe, América Central y del Sur, y está ubicado en el corazón de una zona de desarrollo especial diseñada para atraer la inversión extranjera a Cuba.
Estados Unidos y Cuba están restaurando sus relaciones diplomáticas luego de cinco décadas de hostilidades, aunque restablecer el comercio bilateral pleno y los viajes tomará más tiempo, ya que el presidente Barack Obama necesita del Congreso controlado por los republicanos para levantar completamente el embargo económico que Washington aplica a La Habana.
Mauro Hueb, director de operaciones de Odebrecht en Cuba, espera un auge de la inversión extranjera como resultado de la mejoría en las expectativas.
"Creemos que (el embargo) se va a levantar de corto a mediano plazo", dijo Hueb a Reuters el viernes en una entrevista. "Los cubanos siempre tuvieron la esperanza de que iba a levantarse. Y Mariel, por supuesto, fue un proyecto mirando hacia el futuro", añadió.
Odebrecht, que también tiene intereses en hoteles construidos en la isla y un convenio con el grupo azucarero estatal Azcuba, está participando en la expansión de la Terminal 3 del aeropuerto internacional de La Habana por lo que se considera una compañía que obviamente apuesta por Cuba.
Muchos de los potenciales empresarios extranjeros son más escépticos de hacer negocios con el Gobierno comunista, preocupados por la seguridad de las inversiones en un país que ha mostrado su voluntad de apropiarse de las compañías que considera atractivas, y que además ha llevado a la cárcel a ejecutivos extranjeros.
En Mariel, Odebrecht construyó los primeros 700 metros del puerto, conectando con las carreteras y una vía férrea en una fase inicial que espera que su expansión llegue antes de 8 ó 10 años. Con suficiente demanda, Cuba podría triplicar la infraestructura de la línea costera hasta llegar a 2.140 metros.
Hueb señaló que la expansión podría ser necesaria antes, aunque él no predijo con exactitud qué tan pronto sería. El embargo de Estados Unidos prohíbe a los buques comerciales tocar sus puertos hasta seis meses después que hayan atracado en Cuba.
"Puede haber una aceleración en el plan maestro de Mariel con el posible levantamiento del embargo", dijo Hueb.
En la fase inicial, Mariel tiene capacidad para mover un millón de contenedores al año y hasta el momento ha alcanzado el 30-40 por ciento, dijo Hueb.
Un año después que Cuba inauguró la zona especial de desarrollo Mariel para los negocios, ninguna empresa extranjera ha firmado un acuerdo.
Una fábrica de Odebrecht de envases plásticos y embalajes esperaba recibir la aprobación del Gobierno de Cuba en la segunda mitad del 2014, pero desde entonces se ha retrasado hasta algún momento del 2015.