Cuando Néstor Cortés, de los Yankees de Nueva York, y Andy Pagés, de los Dodgers de Los Ángeles, salgan al terreno a partir del viernes, se convertirán en los cubanos 39 y 40 que jueguen en Series Mundiales.
La presencia en Series Mundiales de peloteros nacidos en la Mayor de Las Antillas se remonta a más de un siglo atrás, cuando el lanzador habanero Adolfo Luque formó parte de los Rojos de Cincinnati, que ganaron la corona en 1919.
Fue aquella la Serie Mundial que pasó a la historia por la venta a los apostadores de ocho peloteros de los Medias Blancas de Chicago, pero también, por la aparición del primer jugador latinoamericano en esas lides.
El propio Luque volvería a ganar, 14 años después, con los Gigantes de Nueva York en 1933, contra los desaparecidos Senadores de Washington.
En ese lapso apareció otro cubano en la Serie Mundial de 1929, el cátcher habanero Miguel Ángel González, de los Cachorros de Chicago, que perdieron la serie ante los Atléticos de Filadelfia.
Otro receptor, el santiaguero Rafael Noble, participó con los Gigantes en el Clásico de Otoño de 1951, ganado por los Yankees de Nueva York, mientras que Edmundo Amorós, de Matanzas, apareció en las series de 1952, 1955 y 1956 con los Dodgers de Brooklyn.
Esas tres fueron contra los Yankees y solamente en 1955 ganaron los Dodgers, precisamente, gracias a un legendario fildeo de Amorós en el jardín izquierdo sobre un batazo de Yogi Berra, que hubiera cambiado el curso de la serie.
En 1961, el también matancero Leo Cárdenas defendió el campocorto de los Rojos en la serie en que enfrentaron sin éxito a los Yankees, mientras que, en 1965, los Mellizos de Minnesota contaban en sus filas con cuatro cubanos: el pinareño Tony Oliva y los habaneros Zoilo Versalles, Camilo Pascual y Sandy Valdespino, quienes cedieron la corona ante los Dodgers.
El cienfueguero José Tartabull jugó la Serie Mundial de 1967, en la que los Medias Rojas de Boston cayeron en siete juegos ante los Cardenales de St. Louis, y entre 1969 y 1971, el gran lanzador zurdo Mike Cuéllar estuvo tres veces seguidas con los Orioles de Baltimore, aunque sólo pudo coronarse en 1970 ante Cincinnati.
En aquel equipo del 70, además del villareño Cuéllar, los Orioles contaban con oro pitcher cubano, el zurdo habanero Marcelino López.
En 1971, los Piratas de Pittsburgh que le ganaron la Serie Mundial a los Orioles contaban en sus filas con el infielder matancero Jackie Hernández.
El miembro del Salón de la Fama Tany Pérez estuvo en cinco Clásicos de Octubre, cuatro de ellos con aquel equipo de Cincinnati apodado La Gran Maquinaria Roja, que ganó las ediciones de 1975 y 1976, tras fallar en 1970 y 1972.
El hijo ilustre de Camagüey luego estuvo con los Filis de Filadelfia en la Serie Mundial de 1983, que ganaron los Orioles.
El matancero Bert Campaneris fue el torpedero de aquellos Atléticos de Oakland que ganaron tres títulos seguidos, en 1972, 1973 y 1974, frente a los Rojos, los Mets de Nueva York y los Dodgers, respectivamente.
En 1975, el recientemente fallecido Luis Tiant y Diego Seguí, habanero y holguinero, respectivamente, formaban parte del cuerpo de lanzadores de Boston, aunque perdieron la Serie Mundial ante Cincinnati, mientras que el jardinero matancero José Cardenal integró a los Reales de Kansas City que cayeron en 1980 ante los Filis.
En 1984, Bárbaro Garbey, nacido en Santiago de Cuba, se convirtió en el primer pelotero en jugar en Grandes Ligas, tras pasar con los Industriales por las Series Nacionales surgidas en la isla tras la eliminación del profesionalismo por Fidel Castro.
Ese mismo año, estuvo con los Tigres de Detroit y se llevó su anillo de campeón en la Serie Mundial contra los Padres de San Diego.
El habanero José Canseco, nacido en Regla, aunque creció y se hizo pelotero en Miami, apareció en las Series Mundiales de 1988, 1989 y 1990 con los Oakland.
Aquel equipo, que dirigía el miembro del Salón de la Fama Tony LaRussa, sin embargo, sólo pudo coronarse en 1989, ante los Gigantes de San Francisco, pues perdió ante los Dodgers en 1988 y fue barrido por los Rojos en 1990.
Canseco sumaría otro anillo a su cuenta en el 2000, como parte de los Yankees, que le ganaron a los Mets la llamada Serie del Subway.
En 1997, el pinero Liván Hernández pasaría a la historia con su grito de triunfo “I love you, Miami”, al ganar con los Marlins de Florida la Serie Mundial ante los Indios de Cleveland, en la que resultó el Jugador Más Valioso.
Su hermano, el habanero Orlando “El Duque” Hernández, seguiría sus pasos y aparecería en cuatro Clásicos de Otoño consecutivos entre 1998 y 2001, ciñéndose los anillos en los tres primeros.
Al ganar en 1998, contra San Diego, 1999 ante los Bravos de Atlanta, y 2000 (vs Mets), tras escapar de Cuba en una embarcación en la Nochebuena de 1997, El Duque se unió a los legendarios Joe DiMaggio y Mickey Mantle, también de los Yankees, como los únicos en llevarse anillos en sus tres primeros años en las Grandes Ligas.
El legendario número 26 añadió un cuarto anillo a su colección en 2005, como parte de los Medias Blancas, que barrieron a los Astros de Houston, que entonces jugaban en la Liga Nacional.
En Chicago, hizo tándem con el pinareño José Contreras, quien tuvo ese año su única aparición en Series Mundiales.
A partir de ahí, pasó una década sin que apareciera otro cubano en Series Mundiales, hasta que, en el 2015, comenzó una racha que dura hasta nuestros días, con al menos un pelotero nacido en la isla en cada edición.
Ese año se vieron frente a frente el jardinero Yoenis Céspedes, de los Mets, y el bateador designado Kendrys Morales, de los Reales.
El habanero Morales fue clave en el triunfo de Kansas City, mientras que Céspedes, nacido en Campechuela, se quedó con las ganas.
En el 2016, el habanero Jorge Soler y el holguinero Aroldis Chapman hacían historia como parte de los Cachorros que rompieron una sequía de 108 años sin ganar la Serie Mundial. Chicago venció en siete juegos a los Indios.
En el 2017, el espirituano Yuli Gurriel asistió al primero de sus cuatro Clásicos de Otoño con los Astros y se coronó frente a los Dodgers, que contaban en sus filas con el cienfueguero Yasiel Puig y el habanero Yasmani Grandal.
Puig y Grandal repitieron en el 2018 y perdieron también ante los Medias Rojas, mientras que Gurriel estuvo en las series de 2019, 2021 y 2022.
Houston ganó ese último año frente a los Filis y cedió en 2019 ante los Nacionales de Washington y en 2021 frente a los Bravos, que tuvieron al matancero Guillermo Heredia y a Soler, que se convirtió en el segundo cubano en ganar el MVP en la instancia decisiva.
En esas tres últimas oportunidades de los Astros, además figuraban con el equipo el bateador designado y jardinero de Las Tunas Yordán Alvarez y el utility villareño Aledmys Díaz.
En el 2020, en la temporada recortada a 60 juegos por la pandemia del Covid-19, los Rays de Tampa Bay llegaron a la Serie Mundial impulsados por el pinareño Randy Arozarena y el villareño Yandy Díaz, aunque perdieron en seis juegos contra los Dodgers.
Y el año pasado, el avileño Adolis García se coronó campeón con los Rangers de Texas sobre los Diamondbacks de Arizona, donde aún milita Lourdes Gurriel Jr.
*En el 2003, el zurdo habanero Michael Tejera formaba parte de los Marlins que le ganaron contra todo pronóstico a los poderosos Yankees, y aunque recibió su anillo de campeón, no vio acción en el Clásico de Octubre.
Foro