El senador Bob Menendez dijo hoy que le gustaría ver que el pueblo de Cuba esté "libre de toda la persecución política que ha sufrido durante tanto tiempo".
En una audiencia en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Menendez agregó que le gustaría ver que se reclama una investigación internacional sobre la muerte del líder opositor cubano Oswaldo Payá, como se exige sobre la muerte del opositor ruso Boris Nemtsov, quien murió en un puente cercano al Kremlin.
Menendez apuntó, dirigiéndose a sus colegas en el Senado, que pueden no estar de acuerdo con su visión pero que deberían ponerse de acuerdo sobre la actual política en Cuba, para hablar sobre los Derechos Humanos y la democracia en la isla.
Les recomendó valorar el tema Cuba con tanta fuerza como lo hacen en otras partes del mundo, teniendo en cuenta "a la gente en Cuba que languidece todos los días tratando de crear un cambio pacífico en su país hacia la libertad", puntualizó el Senador demócrata.
Menendez dijo que tras el restablecimiento de relaciones EEUU-Cuba se ha observado "la mayor represión con más de 1.400 cubanos detenidos".
Payá murió junto al activista Harold Cepero en julio del 2012 cuando el auto en el que viajaban fue aparentemente chocado por detrás y sacado de la vía por asaltantes no identificados.
Dos testigos sobrevivientes, el español Ángel Carromero y el sueco Jens Aron Modig, han dicho que el auto que los sacó de la vía tenía placas del Gobierno.
En noviembre de 2015 la Fundación de Derechos Humanos (HRF, sigla en inglés), con sede en Ginebra, presentó una petición al Relator de Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, para que se investigue la muerte de Payá.
La organización ha documentado numerosas violaciones del debido proceso, incluyendo relatos de testigos, el examen de la autopsia groseramente manipulada y otras piezas clave que prueban que fueron pasadas por alto por el sistema judicial cubano.
El informe presentado a la Relatora Especial de la ONU concluye:
"La evidencia que el Estado cubano ignoró deliberadamente sugiere que los acontecimientos del 22 de julio 2012 no fueron un accidente, algo afirmado rápidamente por las autoridades en un medio de comunicación de propiedad estatal, y más tarde dado por concluido en la Corte del sistema totalitario de Cuba. Más bien, la muerte de Payá es el resultado de un accidente automovilístico causado directamente por agentes del Estado, con la intención de matar a Oswaldo Payá y sus compañeros de viaje en el vehículo, o de infligir lesiones corporales graves a los mismos".