Dagoberto Valdés, director del Centro de Estudios Convivencia, recordó que la prohibición que existió durante tantos años en Cuba de celebrar la Navidad fue un verdadero crimen cultural, y que la Navidad de hoy “viene en los momentos más críticos y desgarradores de las últimas décadas”.
En un artículo titulado “Navidad en Cuba”, Dagoberto dijo que tras esa prohibición todo se “volvió gris por fuera”, con una “tristeza del ateísmo impuesto por ley”.
No obstante, subrayó que “apagaron las fiestas pero no pudieron apagar la luz de la fe”. Citó como ejemplo que sus tres hijos siempre tuvieron Reyes Magos y la fantasía de las cartas y los regalos. “Hasta que por ellos mismos transformaron la fantasía en creencia sentida y sentido de la vida”, explicó el director de Convivencia.
En declaraciones a Radio Martí, Dagoberto dijo que en su columna quiso demostrar que hay una mezcla de dolor y sufrimiento este año, un gran contraste, “como un parto”, pues el cubano de a pie vive una crisis económica grave, pero a la vez existe el deseo de celebrar la Navidad, sentir a Dios y alcanzar “la felicidad y prosperidad”.
“Este año 2018 fue muy difícil”, dijo Dagoberto, “pues la crisis llega a la canasta básica" de la mayoría del pueblo.
“Que el paso por esos dolores de parto no le quite a Cuba, a cada cubano y cubana, la serena certeza y la plena confianza de que tras cada pujo de la realidad nace el tiempo nuevo y la novedad de Dios en cada una de nuestras vidas”, subrayó Dagoberto.
Por ello, "podemos desear a todos los cubanos, los de la Isla y los de la Diáspora, aún en medio de la incertidumbre de la noche: Feliz Navidad y un año 2019 que sea Nuevo de Verdad", dijo Dagoberto.
La situación de escasez que existe en Cuba durante estas fiestas navideñas también fue comentada por el campesino Emiliano González, en Bayamo, Granma.
"Los precios están por las nubes y aparecen pocos alimentos...un desabastecimiento total", dijo González a Idolidia Darias, periodista de Radio Martí.
El campesino dijo que "el descontento popular es muy grande" en una época en que la tradición es la paz y la alegría.
A la escasez de otros alimentos se suma la de harina para hacer el pan, según testimonios de cubanos en diferentes regiones del país.
Hasta la ministra de la Industria Alimentaria de Cuba, Iris Quiñones, admitió este mes que "hay una tensión de manera general en todo el país" por la falta de harina y pan.
Por su parte, el opositor Guillermo Fariñas recordó a los presos políticos que están tras las rejas en este día de Navidad.
Desde Villa Clara, se refirió a la campaña del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, la cual se solidariza con los disidentes encarcelados.
"Que sea la última Navidad con presos pro democráticos en Cuba", dijo Fariñas, Premio Sájarov por la Libertad de Conciencia y director del Foro Antitotalitario Unido.
(Fuentes: entrevistas de Idolidia Darias y Paul Rodríguez, de Radio Marti)