La migrante cubana con cáncer de piel que fue expulsada por la fuerza de Colombia cuando intentaba llegar a Estados Unidos dice que su enfermedad no es terminal, y ofreció declaraciones exclusivas sobre su odisea y paradero actual al periodista Ricardo Quintana de Televisión Martí.
Maydelyn Hernández Naya (Mayi), que se define como “una guerrera”, contó que está “amenazada de muerte” por dos oficiales de Migración Colombia que no identificó. Sobrevive, dijo, oculta en un sitio en Quito, Ecuador, donde ha recibido la ayuda de cubanos y ecuatorianos que ofrecen comida y abrigo.
Tanto Hernández como su esposo Nelson March, fueron arrestados una noche a comienzos de junio por miembros de Migración Colombia, cuando salieron del almacén donde hay cientos de cubanos hacinados a la espera de una solución.
Ella y su esposo eran parte del grupo inicial de 27 cubanos que quedaron varados en Turbo, Colombia, cuando Panamá cerró su frontera el 9 de mayo.
El cierre del paso ocurrió al término de un operativo humanitario que permitió a miles de cubanos llegar a Estados Unidos. Ahora son más de 500 cubanos que siguen esperando en el almacén de Turbo.
“Todavía estoy pasando el estrés de todo lo que viví que no esperaba que sucediera, pero sucedió. No digo donde estoy porque estoy amenazada. Pido refugio, no tengo seguridad donde estoy”, dijo Hernández.
La Defensoría del Pueblo de Colombia dijo que investiga el caso de Mayi y Nelson.
“Nosotros recibimos la queja de Mayi y Nelson, su esposo, e iniciamos el trámite de esa queja ante Migración, y ya solicitamos pruebas”, explicó un funcionario de esa entidad a Martí Noticias.
A Cuba, solo "muerta"
Ambos opinan que la razón de la expulsión fue la decisión de ellos de documentar desde sus teléfonos celulares el desamparo de cientos de cubanos en Turbo, entre ellos mujeres embarazadas y niños.
Ambos salieron una noche a buscar medicamentos y terminaron encerrados y deportados a Ecuador.
Mientras oficiales de Migración Colombia los intentaban detener, corrieron a la Iglesia de Turbo.
“El padre de la Iglesia Católica de Turbo me dijo que tenía que acompañar a los funcionarios”, contó Hernández, que junto al esposo pasó la noche detenida y amenazada de que serían devueltos al país de origen.
“Para Cuba como único me pueden llevar a mi es muerta (…) he dejado familia, he dejado a mis hijas pero no volveré a Cuba hasta que sea libre”, comentó.
Frío, hambre...amenazas
Hernández dijo que pasó frío, durmió entre cartones, sin documentos, ni dinero, ni teléfonos.
“Hemos recibido amenazas graves de personas involucradas en esta investigación, amenazas de muerte, estoy aterrada”, explicó.
Su esposo fue categórico cuando fue consultado acerca de por qué decidió grabar videos sobre la situación en Turbo.
“Era la única arma que encontré para defenderme en ese momento en que estábamos acorralados”, dijo March, quien documentó desde la vida de los cubanos en Turbo hasta los momentos finales de ellos a manos de los funcionarios que los expulsaron de Colombia.
En uno de los videos colgados en Facebook, Hernández aparece visiblemente agotada pero aferrada a una silla del aeropuerto para evitar la inminente deportación.
Aunque fue devuelta a Ecuador, Hernández y su esposo tienen claro lo que quieren, incluso sus motivaciones políticas para llegar a Estados Unidos.
“No sé el tiempo que me tome pero voy a lograr un día llegar a Estados Unidos (…) unirme a la lucha, para también aportar mi granito de arena porque los cubanos que están en Cuba están presos, yo tuve la oportunidad de escapar pero muchos se quedaron presos y voy a luchar con todas las fuerzas de mi corazón para que todos esos cubanos alcancen la libertad”, expresó.