La opositora cubana Migdalia Rosado falleció este lunes en Miami a los 81 años, tras una vida dedicada a la lucha por la libertad de su país.
“Estamos consternados por la muerte de nuestra hermana Migdalia quien fue genuinamente una defensora de los derechos humanos y la restauración de la democracia y la libertad para el pueblo cubano”, dijo a Martí Noticias, el doctor Oscar Elías Biscet, su compañero en la oposición al régimen.
Rosado se inició en las filas del movimiento opositor cubano a inicios de la década de los 90, y por ello sufrió persecución y decenas de detenciones arbitrarias.
“Cuando se le pidió para hacer el ayuno en Tamarindo 34, su hogar, no tuvo reparo en decir que, si era para la libertad de Cuba, aceptaba. Se inició el ayuno con varias decenas de personas en Tamarindo 34 para hacer un frente de lucha contra la tiranía y que las personas conocieran que se podía luchar a través de la desobediencia civil”, recordó el opositor.
La actividad cívica comenzó el 7 de junio de 1999 en el pequeño apartamento situado en el número 34 de la calle Tamarindo entre 10 de octubre y Rabí del municipio habanero Diez de Octubre.
“El ayuno tuvo una repercusión internacional muy amplia y dentro de Cuba también, principalmente dentro de la oposición, la población de los alrededores estuvo muy al tanto de esta situación, incluso el mismo Fidel Castro, habló improperios contra los ayunantes y trató [sin éxito] de descarrilar el ayuno. Creo que este ayuno fue muy importante porque levantó el espíritu patriótico que ya existía en Cuba. Fue un proceso que marcó profundamente a la nación cubana, especialmente a su disidencia y oposición, y con el que se logró llamar la atención al mundo de las violaciones a derechos humanos que había en nuestra Patria”, indicó Biscet.
En 2001 marchó al exilio y se estableció en la ciudad de Miami desde donde continuó su activismo contra el régimen, señaló Iliana Curra, su amiga y también acompañante en la causa de la democracia del pueblo cubano.
“Una gente extremadamente valiente. Enfrentó muchísimas veces a los partidarios de la dictadura en todos los eventos que hacemos sobre Cuba. Ella siempre estaba en la Casa del Preso, en la Junta Patriótica Cubana, en las calles, sobre todo enfrentando a las contramarchas sobre todo contra los defensores de las mipymes porque no son para el pueblo, a Carlos Lazo y sus ‘Puentes de amor’”, relató.
"Cada domingo último del mes, estaba con nosotros, ahí parada como la primera en las protestas, en las contra protestas contra los comunistas, ahí siempre”, recalcó Curra.
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