El primer ministro israelí se trasladó a Cisjordania el martes para festejar el anuncio estadounidense de que no considera los asentamientos israelíes una violación del derecho internacional.
Benjamin Netanyahu dijo que la declaración del gobierno de Donald Trump, que revierte cuatro décadas de política exterior estadounidense y las medidas de su predecesor Barack Obama, una “gran hazaña” que “rectifica un error histórico”.
"Después de estudiar cuidadosamente todos los ángulos del debate legal, esta administración está de acuerdo con el presidente Reagan. El establecimiento de asentamientos civiles israelíes en Cisjordania no es per se incompatible con el derecho internacional", declaró este lunes el secretario de Estado, Mike Pompeo.
“Creo que es un gran día para el estado de Israel y una hazaña que perdurará por décadas”, dijo Netanyahu en una concentración de partidarios entusiastas y dirigentes de asentamientos en Alon Shvut, en las afueras de Jerusalén.
Los palestinos, que reclaman Cisjordania como parte de un futuro estado, y otros países dijeron que la medida socava las posibilidades de un acuerdo de paz.
Más de 400.000 colonos viven en los asentamientos en Cisjordania y otros 200.000 en Jerusalén oriental, que los palestinos reclaman para su futura capital.
Los palestinos y la comunidad internacional sostienen que los asentamientos son ilegales e impiden la instalación de un estado palestino. Israel sostiene que la suerte de los asentamientos se debe resolver mediante negociaciones.
El titular de la Liga Árabe se sumó al gran coro de detractores al condenar la decisión de Trump “en los términos más enérgicos”.
El secretario general de la liga, Ahmed Aboul Gheit, dijo que la decisión provocará “más violencia y crueldad” contra los palestinos por los colonos israelíes y “socava cualquier posibilidad” de alcanzar la paz.
La Casa Blanca dice que ha elaborado un plan de paz, pero aún no lo ha presentado. Los palestinos lo rechazaron de antemano al acusar a Estados Unidos de tendenciosidad a favor de Israel.
Esta es la medida más reciente de Trump a favor de Israel luego del reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, el reconocimiento la anexión de las Alturas de Golán y el cierre de las oficinas diplomáticas palestinas en Washington.