Dos científicos ganaron el lunes el premio Nobel de Medicina por descubrimientos que permitieron el desarrollo de vacunas efectivas ARNm contra el COVID-19 y podrían utilizarse para crear otras vacunas en el futuro.
Katalin Karikó es profesora de la Universidad de Szeged, en Hungría, y profesora adjunta en la Universidad de Pensilvania. Drew Weissman realizó su investigación premiada junto con Karikó en la Universidad de Pensilvania.
"A través de sus rompedores hallazgos, que han cambiado de forma fundamental nuestra comprensión de cómo el ARNm interacciona con nuestro sistema inmune, los laureados contribuyeron a la tasa sin precedentes de desarrollo de vacunas durante una de las mayores amenazas a la salud humana en los tiempos modernos", indicó el comité que concedió el premio.
Karikó dijo que su esposo fue el primero en responder a la llamada de madrugada y después le pasó el teléfono para que escuchara la noticia. "No podía creerlo", dijo. "Estoy muy sorprendida. Pero estoy muy feliz".
Antes del COVID-19 ya se estaban probando vacunas de ARN mensajero para otras enfermedades como el zika, la gripe y la rabia, pero la pandemia llevó más atención a ese método, explicó la investigadora.
"Había pruebas clínicas antes del COVID, pero la gente no estaba al tanto", señaló.
Thomas Perlmann, secretario de la Asamblea del Nobel, anunció el galardón el lunes en Estocolmo y dijo que ambos científicos se habían sentido "abrumados" al enterarse cuando contactó con ellos para comunicarles el premio poco antes del anuncio.
La producción tradicional de vacunas requería cultivar virus o fragmentos de virus, a menudo en enormes tanques o, como la mayoría de las vacunas de la gripe, en huevos de gallina, y después purificarlos antes de avanzar en la elaboración de las dosis.
La estrategia del ARN mensajero es radicalmente diferente. Comienza con un fragmento de código genético que lleva instrucciones para fabricar proteínas. Al escoger la proteína adecuada del virus a atacar, el cuerpo se convierte en una fábrica de vacunas en miniatura.
El doctor Paul Hunter, profesor de medicina en la Universidad británica de East Anglia, describió las vacunas de ARNm como un cambio trascendental para combatir la pandemia del coronavirus, y dijo que habían salvado millones de vidas.
"Si no fuera por la tecnología de ARNm, el COVID habría sido mucho peor", señaló. "En general, las vacunas fueron el punto de inflexión para ralentizar el COVID, y las vacunas de ARNm simplemente eran mucho mejores que todas las demás", afirmó.
"Sin las vacunas del ARNm, ahora apenas estaríamos saliendo de las profundidades del COVID", añadió Hunter.
Karikó fue vicepresidenta de BioNTech, que se asoció con Pfizer para producir una de las vacunas contra el COVID-19. El sitio web de BioNTech indicaba que era consultora externa de la firma desde 2022. Es la 13ra mujer que gana el Nobel de Medicina. Weissman es profesor y director del Instituto Penn de Innovaciones de ARN en la Universidad de Pensilvania.
El doctor Bharat Pankhania, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Exeter , dijo que una gran ventaja de la tecnología de ARNm era que podía fabricarse una enorme cantidad de dosis porque sus componentes principales se fabrican en laboratorios.
Pankhania dijo que en el futuro, la tecnología podría utilizarse para refinar vacunas para otras enfermedades como el ébola, la malaria y el dengue, y quizá podría emplearse también para inmunizar a la gente contra algunas clases de cáncer y enfermedades autoinmunes como el lupus.
El Nobel de Medicina fue el año pasado para el científico sueco Svante Paabo por descubrimientos sobre la evolución humana que revelaron detalles sobre el ADN de los neandertales y ofrecieron pistas clave sobre nuestro sistema inmune, como nuestra vulnerabilidad al COVID-19 grave.
Era el segundo Nobel en su familia. El padre de Paabo, Sune Bergstrom, ganó el Nobel de medicina en 1982.
Los anuncios de los Nobel continúan esta semana con el premio de física el martes, el de química el miércoles y el de literatura el jueves. El Nobel de la Paz se anunciará el viernes y el de economía el 9 de octubre.
Los premios incluyen un pago en efecto de 11 millones de coronas suecas (1 millón de dólares), que proceden de un fondo dejado por el creador del premio, el inventor sueco Alfred Nobel, fallecido en 1896.
El dinero del premio se elevó en un millón de coronas este año debido a la pérdida de valor de la moneda sueca.
Los laureados son invitados a recibir sus galardones en ceremonias el 10 de diciembre, el aniversario de la muerte de Nobel. El prestigioso premio de la Paz se entrega en Oslo, según sus deseos, mientras que la otra ceremonia tiene lugar en Estocolmo.
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