El gobierno español designó a Esperanza Casteleiro nueva jefa de los servicios secretos, una experta involucrada en el escándalo que provocó la destitución de Carlos Lage y Felipe Pérez Roque en Cuba.
Casteleiro fue nombrada este miércoles en el Boletín Oficial del Estado como directora del Centro Nacional de Inteligencia de España (CNI), después de que Madrid destituyera a la anterior jefa, Paz Esteban, para intentar cerrar una grave crisis política por el supuesto espionaje a políticos.
La jefa del espionaje español es una vieja conocida de los asuntos cubanos, ya que en 2009 tuvo que abandonar la isla repentinamente para evitar un conflicto diplomático entre Madrid y La Habana.
De acuerdo con el medio “The Objective”, Casteleiro dirigía entonces una red de espías en Cuba, “en un momento en el que algunos dirigentes de la nomenclatura albergaban la esperanza de un aperturismo, después de que Fidel Castro hubiese entregado el poder a su hermano Raúl”.
La detención del empresario Conrado Hernández, cuyas reuniones con la inteligencia española habían sido grabadas por la Seguridad del Estado, provocó la caída de los entonces todopoderosos Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, a quienes Fidel Castro acusó de “dejarse seducir por las mieles del poder”.
“La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos”, dijo Castro en marzo de 2009, tras la fulminante destitución.
Conrado Hernández era delegado de una entidad empresarial del gobierno vasco en la isla. A partir de su estrecha relación con Lage, por entonces vicepresidente del Consejo de Estado y con el canciller Pérez Roque, fue utilizado por los servicios secretos españoles para obtener información relevante.
Según el diario “El Mundo”, la inteligencia española consideró entonces que la abrupta retirada de Casteleiro y el resto de los agentes de La Habana era “un favor al régimen cubano” por parte del canciller socialista Miguel Ángel Moratinos.
Su nombramiento al frente del CNI español se produce después de la destitución de Paz Esteban, debido al espionaje exterior al teléfono móvil del presidente Pedro Sánchez, además de a otros ministros.
Otro foco de escándalo fueron las escuchas telefónicas a políticos independentistas catalanes, aunque en este caso quedó acreditado que se efectuaron bajo la autorización de un juez.