Expertos en el tema Cuba afirman que la seguridad para los inversionistas y la libertad de contratación figuran entre los elementos más importantes que debe recoger el anteproyecto de ley para la inversión extranjera que prepara La Habana.
Según Johannes Werner, director de la revista económica Cuba Standard “de la manera en que se posicione el gobierno cubano dependerá el éxito o no de la inversión extranjera en el país (…) pero en el fondo lo que más importa es la seguridad de los que están invirtiendo su dinero” en la isla.
A criterio de Werner otro tema de interés en ese sentido es el lapso de tiempo en que se les permitirá a los inversionistas foráneos participar en la economía cubana.
Para la economista independiente de Pinar del Río Karina Gálvez “el gobierno es el encargado de cultivar la credibilidad de Cuba” hacia el exterior.
Si se quiere favorecer a los cubanos la nueva ley para la inversión extranjera “debe contemplar la posibilidad del empleo de cubanos sin la bolsa de empleos, es decir, el empleo por parte de los empresarios directamente” sin el Estado como intermediario, concluyó.
Desde la capital el joven cuentapropista Reinier Biscet afirmó no tener muchas expectativas con lo planteado por Gálvez, fundamentalmente, luego de lo que “se vio recientemente cuando se prohibió la venta de ropa importada y otros útiles para el hogar”.
Por su parte el abogado habanero Augusto César San Martín reconoce la “necesidad de abrirse a la inversión extranjera” sin dejar de lado aquella que pueden ofrecer los propios cubanos, “sean residentes o emigrados”.
“Se están dando casos de cubanos que están queriendo hacer una inversión de peso, por ejemplo en el turismo, y no tienen la aprobación del gobierno”.
Según un cable de la agencia EFE se prevé que la nueva Ley de Inversión Extranjera sea aprobada en una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional de Cuba durante este mes de marzo aunque hasta la fecha no se ha ofrecido la fecha concreta.
El presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional de Cuba, José Luis Toledo, dijo recientemente que no habrían “concesiones ni retrocesos” en torno a la inversión foránea.
Según Johannes Werner, director de la revista económica Cuba Standard “de la manera en que se posicione el gobierno cubano dependerá el éxito o no de la inversión extranjera en el país (…) pero en el fondo lo que más importa es la seguridad de los que están invirtiendo su dinero” en la isla.
A criterio de Werner otro tema de interés en ese sentido es el lapso de tiempo en que se les permitirá a los inversionistas foráneos participar en la economía cubana.
Para la economista independiente de Pinar del Río Karina Gálvez “el gobierno es el encargado de cultivar la credibilidad de Cuba” hacia el exterior.
Si se quiere favorecer a los cubanos la nueva ley para la inversión extranjera “debe contemplar la posibilidad del empleo de cubanos sin la bolsa de empleos, es decir, el empleo por parte de los empresarios directamente” sin el Estado como intermediario, concluyó.
Desde la capital el joven cuentapropista Reinier Biscet afirmó no tener muchas expectativas con lo planteado por Gálvez, fundamentalmente, luego de lo que “se vio recientemente cuando se prohibió la venta de ropa importada y otros útiles para el hogar”.
Por su parte el abogado habanero Augusto César San Martín reconoce la “necesidad de abrirse a la inversión extranjera” sin dejar de lado aquella que pueden ofrecer los propios cubanos, “sean residentes o emigrados”.
“Se están dando casos de cubanos que están queriendo hacer una inversión de peso, por ejemplo en el turismo, y no tienen la aprobación del gobierno”.
Según un cable de la agencia EFE se prevé que la nueva Ley de Inversión Extranjera sea aprobada en una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional de Cuba durante este mes de marzo aunque hasta la fecha no se ha ofrecido la fecha concreta.
El presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional de Cuba, José Luis Toledo, dijo recientemente que no habrían “concesiones ni retrocesos” en torno a la inversión foránea.