Un gran aluvión de ataques rusos golpeó el lunes por la mañana infraestructura crítica en Kyiv, Járkiv y otras ciudades, y cortó los servicios de agua y electricidad en una aparente represalia por lo que Moscú describió como un ataque ucraniano contra su flota del Mar Negro durante el fin de semana.
El Ministerio ruso de Defensa dijo que sus fuerzas habían realizado “ataques con armas aéreas y marítimas de alta precisión contra el comando militar y los sistemas de energía de Ucrania”.
“Los objetivos de los ataques se alcanzaron. Todos los blancos designados fueron golpeados”, añadió el Ministerio en un comunicado.
La fuerza aérea ucraniana dijo haber derribado 44 de los más de 50 misiles de crucero lanzados por Rusia.
El primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, dijo que los drones y misiles rusos alcanzaron 10 regiones ucranianas y dañaron 18 objetivos, la mayoría instalaciones energéticas.
Cientos de localidades en siete regiones ucranianas se quedaron sin electricidad, explicó en una publicación de Facebook, en la que señaló que “las consecuencias habrían sido mucho peores” si las fuerzas ucranianas no hubieran derribado la mayoría de los misiles rusos.
Fuertes explosiones resonaron en la capital ucraniana cuando la gente se preparaba para ir a trabajar. Algunos recibieron mensajes de texto de los servicios de emergencia sobre la amenaza de un ataque de misiles y las sirenas antiaéreas se oyeron durante tres horas seguidas.
El 80% de la población en la ciudad de 3 millones de habitantes se quedó sin agua corriente por los daños en una instalación eléctrica, señaló el alcalde, Vitali Klitschko.
Las autoridades trabajaban para reparar la instalación energética, dijo Klitschko. Entre tanto, pidió a los vecinos de Kyiv que “hagan acopio de agua de las bombas más cercanas y puntos de venta”.
El responsable de la oficina presidencial ucraniana, Andriy Yermak, prometió que los ataques a instalaciones civiles no debilitarían la resistencia ucraniana.
“Perseveraremos, y generaciones de rusos pagarán un alto precio por su desgracia”, dijo Yermak.
Los ataques ocurrieron justo antes de que el primer ministro checo, Petr Fiala, y varios miembros de su gobierno, incluidos los ministros de Exteriores, Defensa e Interior, llegaran a Kyiv en una nueva muestra de apoyo de líderes europeos a Ucrania.
Desde la orilla izquierda del Río Dniéper, en Kyiv, se alzaba una columna de humo, bien provocada por un ataque de misil o por la caída de un proyectil derribado por fuerzas ucranianas.
Un vecino de la zona dijo que había oído cuatro fuertes explosiones.
“Al principio creí que había oído un avión pasar, pero luego me di cuenta de que era un misil", dijo Serhii, que no quiso dar su nombre completo. “¡Las explosiones sonaron muy alto! Me considero experimentado y preparado para ataques como este. Pero fue demasiado cercano y alto. Me asusté, me asusté mucho”.
Había cortes de luz de emergencia en las regiones de Kyiv, Zaporiyia, Dnipropetrovsk y Járkiv, indicó el primer ministro, Shmyhal. “Hoy, como en las semanas anteriores, es importante que los ucranianos consuman energía con prudencia y reduzcan la carga sobre la red”, afirmó.
El gobernador de la región de Kyiv, Oleksii Kuleba, dijo que había un herido y varias casas dañadas por los ataques de la mañana. “El Kremlin se venga de sus derrotas militares sobre personas pacíficas que se quedan sin electricidad ni calefacción antes del invierno”, dijo Kuleba.
Dos ataques en Járkiv golpearon instalaciones críticas, según las autoridades, y el metro interrumpió sus servicios. Las autoridades advirtieron de posibles cortes de luz en la ciudad de Zaporiyia debido a los ataques.
También hubo ataques contra la región occidental de Leópolis, aunque esos misiles fueron derribados, dijo el gobernador, Maksym Kozytskyy.
Los proyectiles golpearon infraestructura crítica en la región de Cherkasy, al sureste de Kyiv. En la región de Kirovohrad, en el centro de Ucrania, se alcanzó una instalación de energía. En Vinnytsia, un misil interceptado cayó en edificios civiles, lo que provocó daños pero no bajas, según el gobernador regional, Serhii Borzov.
Algunos tramos de vía quedaron desconectados, según la red estatal Ferrocarriles Ucranianos.
Rusia acusó hace dos días a Ucrania de un ataque de dron contra la flota rusa en el Mar Negro cerca de la península anexionada de Crimea. Ucrania ha negado el ataque y afirma que se trató de un error ruso en el manejo de su propias armas, pero de todos modos Moscú anunció que abandonaría el acuerdo mediado por Naciones Unidas y Turquía para permitir el paso seguro de barcos que llevaban grano desde Ucrania.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo el lunes que su país estaba decidido a seguir adelante con el acuerdo de grano, que ha permitido exportar más de 9 millones de toneladas de grano desde Ucrania.
Es la segunda ocasión este mes que Rusia emprende una enorme ronda de ataques contra infraestructura ucraniana. El 10 de octubre, una ofensiva similar golpeó el país después de una explosión en el Puente Kerch que conecta la Crimea anexionada con la Rusia continental, un suceso que Moscú atribuyó a Kyiv.
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