En lo que se percibe como su despedida de Canadá, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, dio las gracias a Ottawa durante un discurso el miércoles ante el parlamento canadiense por servir de anfitrión de las conversaciones secretas con Cuba que desembocaron en la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.
“Más comercio y más vínculos de pueblo a pueblo también pueden ayudar a echar abajo viejas divisiones. Doy las gracias a Canadá por su indispensable papel en servir de sede a nuestras negociaciones con el Gobierno cubano y apoyar nuestros esfuerzos para poner a un lado medio siglo de políticas fracasadas y comenzar un nuevo capítulo con el pueblo cubano”, dijo Obama.
Luego, en tono más ligero aludió a la creciente presencia de estadounidenses en la isla:
”Conozco a muchos canadienses a los que les gusta ir a Cuba, quizás porque no ha habido allí americanos congestionando las calles y las playas. Pero eso está cambiando”, dijo Obama.
El año pasado los estadounidenses que viajan a la isla bajo 12 categorías autorizadas que no incluyen el turismo fueron el segundo mayor grupo nacional de visitantes a Cuba ( 161.233 estadounidenses) después de los canadienses (162.000).
Más de 94.000 estadounidenses han visitado Cuba en los cuatro primeros meses del 2016, lo que representa un incremento del 93 % respecto al mismo periodo de 2015
También aumentó la cifra de cubanoestadounidenses que viajan a Cuba, un total de 390.000 el año pasado y 116.000 en los primeros cuatro meses de 2016.
“Mientras más estadounidenses interactúen con el pueblo cubano habrá más oportunidaders económicas y más esperanza para los cubanos comunes”, aseveró el presidente de EE.UU.
Durante año y medio, desde mediados del 2013 hasta el 17 de diciembre de 2014, Estados Unidos y Cuba sostuvieron siete rondas de negociaciones secretas en Ottawa y Toronto. Según políticos y analistas Canadá fue escogido por su imparcialidad y discreción.
“Fue un placer para Canadá acoger a los altos funcionarios de los Estados Unidos y Cuba, lo cual les facilitó la discreción requerida para llevar a cabo estas importantes conversaciones”, dijo poco después del anuncio del 17-D el primer ministro canadiense Stephen Harper.