El presidente estadounidense Barack Obama arribó en la noche del miércoles a Jamaica para profundizar la cooperación energética con el Caribe, que depende de una Venezuela en crisis económica para su suministro de crudo.
Obama –el primer mandatario estadounidense que pisa la isla desde Ronald Reagan en 1982– llegó a Kingston para una reunión el jueves con Caricom, el bloque de 15 naciones caribeñas, antes de viajar a Panamá para la Cumbre de las Américas.
"Absolutamente sentimos que la región de Caricom merece mayor atención y compromiso de Estados Unidos", dijo Ben Rhodes, alto integrante del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), la víspera de la visita.
La reunión será una oportunidad para Obama de generar interés entre los países caribeños, cercanos geográficamente a Estados Unidos pero en ocasiones distantes políticamente.
Rhodes recordó la iniciativa de seguridad energética para el Caribe impulsada por el vicepresidente Joe Biden en enero. "Continuamente estamos viendo cómo profundizamos nuestra relación con el Caribe y podemos jugar un papel importante en ampliar la seguridad energética en la región", dijo Rhodes. Estados Unidos tiene "importantes" recursos energéticos e infraestructura, añadió.
En compañía de sus asesores, incluida la consejera en Seguridad Nacional Susan Rice, Obama realizó una breve visita al Museo Bob Marley, una cita obligada en Kingston, donde fuera la casa del recordado artista. "Todavía tengo todos sus álbumes", se oyó decir al Presidente, mientras miraba una pared cubierta con discos y premios.
Obama se reunirá el jueves con la primer ministro Portia Simpson-Miller antes de la cumbre del Caricom.
La ausencia en años recientes de Estados Unidos en el Caribe ha sido sustituida por Petrocaribe, una iniciativa de la estatal venezolana PDVSA. Desde 2005 el programa ofrece a 17 países del Caribe y Centroamérica condiciones favorables de pago por el suministro de crudo: Bajos intereses y la posibilidad de intercambiarlo con productos agrícolas.
En general los países caribeños, que deben importar casi toda su energía, se han beneficiado de la aguda caída de los precios petroleros. Pero en la medida en que el nuevo esquema de precios profundiza las fallas de la economía de Venezuela, que depende únicamente de las exportaciones petroleras, los países caribeños enfrentan condiciones más estrictas de pago y menores suministros bajo la iniciativa venezolana.
Venezuela "ha reducido sus exportaciones de petróleo subsidiado a Petrocaribe y los pequeños países que reciben esos subsidios, incluyendo Cuba", dijo a AFP Ted Piccone, un exasesor del Gobierno de Bill Clinton. Piccone, analista del instituto Brookings, dijo que los recortes a Petrocaribe se estiman entre 10% y 30% del suministro.
"La meta de Estados Unidos ahora es tratar de desintegrar a Petrocaribe y ofrecer una atención especial, particularmente a las naciones del Caribe, que son tan vulnerables y tan dependientes de las importaciones energéticas", añadió.
La influencia en el Caribe también le ha dado réditos políticos a Venezuela, especialmente en la Organización de Estados Americanos (OEA), donde las naciones de Caricom –conformado principalmente por pequeñas islas de habla inglesa y francesa– constituyen un sólido bloque y casi la mitad de los votos. Eso no pasó desapercibido por el vicepresidente estadounidense durante la cumbre energética en enero, celebrada en Washington.
"Sea en Ucrania o en el Caribe ningún país debería poder usar los recursos naturales como una herramienta de coacción contra otro país", afirmó Biden en esa ocasión.